Maloca

Comer, y bien, con vistas al Mar Menor! Volvimos después de unos años y sigue con la misma calidad de siempre y renovando carta, algo que se agradece. La croqueta suave y melosa, el tartar de atún increíblemente tierno y el aliño muy bieno. El entrecot tal cual lo pedimos y el postre de chocolate bueno. Por poner una pega, la mousse de chocolate parecía hecha con gaseosa y dejaba un gusto raro en boca. Por lo demás el postre muy bueno. El entorno es impresionante y comer prácticamente a orillas del Mar Menor es un reclamo interesante!

Servicio perfecto, además tienen una terraza para ver el atardecer espectacular y parking privado. La comida está buena y el sitio muy bonito, eso sí, hay que reconocer que el precio es elevado, nosotros éramos 2 parejas y pedimos 6 tapas, de las cuales lo que más nos sorprendió fue una individual que se llama “falso ravioli”, curiosamente es una tapa “barata” e individual, el resto, como el carpaccio o el tartar de atún, es caro para lo que lleva en la ración…

Bonito y elegante restaurante moderno, de comida creativa con muchos productos de la zona y con una elaborada y cuidada preparación. El servicio es muy atento y eficiente, muy pendiente de los comensales y de los "tiempos" entre plato y plato. El parking estaba totalmente lleno y no pudimos utilizarlo, lo que nos hizo tener que dejarlo en zona cercana.

Adrián, nuestro camarero nos aconsejó genial y trató muy bien , muy atento y educado. La lubina al espeto brutal, si vas, el pescado a la brasa un debe . Los berberechos con mucho sabor y grandes. La croqueta de jamón de las mejores gracias a la locha fina de Iberico que le ponen por encima. El atardecer desde allí es imprescindible en la manga.

Estuve hace unos 3 años y me decepcionó. Hace unos días volví, y han cambiado la carta, el cocinero o no sé, pero todo me pareció riquísimo y de mejor nivel: las croquetas, cazón, burrata, tartar de atún, fingers de pollo, falso ravioli, marineras, tarta de queso… Ambiente muy bueno, tranquilo y agradable. Aparcamiento escaso en sus instalaciones, pero hay un descampado a lado disponible con mucho espacio. Volveré.

Estupendo sitio al principio de La Manga y con la orilla del Mar Menor como protagonista. Dispone de dos ambientes, uno para tomar copas con música a buen volumen y ritmo y el restaurante propiamente dicho. Es una terraza amplia con preciosas vistas al Mar Menor con unas 30 mesas. El servicio es bueno y rápido ya que hay muchos camareros y camareras siempre atentos a tus peticiones y necesidades cosa que es muy de agradecer. La carta es amplia. Típicamente mediterránea con una serie de entrantes tipo ensaladas de tomate, burrata, ensaladilla , croquetas de marisco, fingers de pollo, carpaccio de ternera y otros. Preguntar por las opciones fuera de carta. Por ejemplo, tuvimos la oportunidad de degustar unos buenos salmonetes hechos al espero que estaban muy logrados salvo que se pasaron con la sal en la piel. Además un buen calamar a la plancha. En carnes, buenos entrecot y solomillo además de chuleta de vaca vieja. Una carta de vinos extensa y con opciones buenas a buenos precios. De lo mejor por La Manga. Si te apetece comer bien en un muy agradable ambiente y con un servicio bueno, esta es una clara y buena opción. Muy recomendable.

Reservamos para ir por primera vez porque me pareció un sitio especial y ha superado las expectativas. Sitio con encanto y servicio genial y la comida espectacular. La mini marinera de lo más peculiar y de sabor de las mejores que he probado, la parpanata de atún y el arroz de chuleta de vaca repetiremos seguro, recomiendo muchísimo. Relación calidad precio inmejorable, estaba todo de 10.