Amigos Bar

Me encanta este sitio y se come tapeo muy bueno terraza pequeña pero fresquita

Hace unas semanas nos acercamos a Alfas del Pi buscando un mercadillo, al final no lo encontramos pero hicimos nuestra habitual visita turística gastronómica a los lineales de comida extranjera del supermercado Mendoza y descubrimos el restaurante de comida inglesa "Déjà vu" (curiosamente con nombre de expresión francesa) Soy de los que piensan que en Inglaterra tienen gastronomía, y además a mi mujer y a mi nos gusta. Las limitaciones del producto que tienen condiciona su gastronomía, pero hay que conocerla y disfrutar de ella. Otro día os contaré mi restaurante fijo en Benidorm. Para comer había un menú o platos de carta. Mi mujer quería los fish & chips, pero yo vi cosas interesantes en el menú que ofrecían por 9,95, en este caso, Euros, no libras. Tenéis el menú en las fotos. Empecé con un pan de queso y ajo. La presentación curiosa, casero, y ya anunciaba que no me iba a quedar con hambre. Estaba rico y dió como entrada para los dos. De segundo debo reconocer que al estar en inglés creía que había pedido carne asada, pero me llego la carne estofada que veis con la salsa gravy que está por todos lados en la cocina británica que conozco, y que a mi me encanta para acompañar el puré. Curiosamente también acompañado con patatas junto al puré de patatas. Con el plato también venía un plato de verduras al dente, perfectas, con mucho sabor, pero sobre todo en su punto de cocción. Me encantan, son solo verduras cocidas, pero saben llevarlas a su punto exacto para disfrutar de ellas sin ponerle ni un chorrito de aceite de oliva. A mi mujer le trajeron el fish & chips, con puré de guisantes (otró problema de traducción... no entendimos lo de puré). Como veis ella tampoco se quedó con hambre. El pescado muy jugosos como debe ser un buen fish&chips, y muy crujiente. Me encanta ese rebozado que le hacen. Disfrutamos como enanos de la comida. Después llegaron los postres. Una tarta de queso, con mejor sabor que el aspecto que tiene (por favor, no hacer descripciones de lo que parece, no rompáis la magia) y un brownie que estaba bastante rico. De bebida una coca-cola, y en el menú entraba o agua o media botella de vino, 2€ más si quería de rioja, y me arriesgué al de la casa... y aun estoy vivo, se podía tomar muy bien, aunque tampoco era para disfrutar de los matices y los taninos. Repetiré seguro.

Comida muy buena, buenos precios, buen atendidos, mucho variedad y para vegetarianos tambien.

Sitio pequeño, tranquilo y bonito para tomar algo.

Muy bonito y tranquilo