Excelente bar para tomar platos locales con un toque personal. Algunos platos con toques de cocina creativa. Producto de primera calidad y buen elaborado. Servicio amable, eficiente, profesional y atento. Un local para repetir y donde contemplar magníficas puestas de sol.
Manuela Gonzalez Ortiz
+4
Un lugar de encanto alado de la playa !! Comida espectacular si de 10 pero la atención y la falta de experiencia de los trabajares se nota no había mucha gente para tan poca atención, había que estar llamando constantemente a los camareros porque no venían ala mesa así que por ello dejo un 4 podría ser 3 pero la comida estaba espectacular así que chapo al cocinero
Mi mujer y yo hemos cenado con unas vistas inolvidables, venimos recomendados y sin duda que repetiremos. Hemos pedido crujientes de langostinos y medallones de solomillo, perfecto para dos personas. Nos vamos con ganas de probar el chico frito y el atún.
Es un poco jaleoso porque, dependiendo de lo que vayas a comer te puedes sentar en un sitio u otro, y sin conocer la carta es difícil decidirse.
Tienen tapas, raciones y platos como arroces.
Nosotros comimos de raciones y todo muy bueno y bien presentado, a destacar las croquetas de pulpo con alioli de pimentón.
La atención de la camarera muy buena.
Lo recomiendo para ir al atardecer y disfrutar de sus platos y la puesta de sol.
Natalia González caparros
+4
Una decoración nos gustó mucho.
Pedimos queso de cabra con hojaldre y confitura y estaba tremendo de bueno, el solomillo tierno y las piruetas de langostinos riquísimos, un ambiente tranquilo, nos falto música de ambiente.
Platos riquísimos no, lo siguiente!!. Atención de 10, muy recomendable y de seguro volveremos a repetir! 😊
Siempre que estamos cerca de Isla Cristina acabamos cenando aquí. La comida está muy rica y la puesta de sol es espectacular.
Comida de buena calidad y bien elaborada.
Hemos ido en varias ocasiones y tenemos que decir que es un buen sitio para tapear y disfrutar de unas maravillosas vistas. Hay tapas que nos gustaron mucho como las vieiras con salsa de pesto, la caballa con pico de gallo, el choco frito con salsa de lima, el pastel marroquí,las gambas rebozadas en kikos o el wok con verduras y noodles. No nos terminó de convencer las croquetas eléctricas, el wonton de bacalao ni la la tosta de caballa con romescu. El trato del personal es atento y amable.
La comida buenísima, cantidad abundante. Pedimos arroz negro con alioli que estaba riquísimo y buen precio.
La camarera Laura, super agradable siempre con una sonrisa y aportando una amabilidad y un servicio excelente.
Hemos vuelto a repetir ademas de por la comida por la buena atencion.
Volveremos una vez mas.
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