Sol De'n Serra

Un lugar a 15 mins en taxi desde Ibiza puerto (20€) y desde luego un acierto para pasar el día. Teníamos reserva a la 1:30 para comer, llegamos una hora antes para darnos un baño y tomar algo antes de comer. Las vistas son espectaculares, con una cala privada de piedras incómodas eso sí. Lo mejor es reservar también unas hamacas para poder pasar la tarde (25€ cada una). La comida estupenda, buenísima, y no excesivamente cara. El servicio muy agradable. Desde luego que un plan de lujo.

Entrañable y precioso, así de claro. Un placer para los sentidos donde, una fría noche no consiguió restar puntos al lugar. Un personal de una calidad y amabilidad tan fresca como creíble, nada forzada...así da gusto pagar una cuenta «típica de Ibiza». Los platos más que correctos, bien servidos y cocinados, aunque la calidad de los mismos no sea de diez, pero eso ya es, otra vez, algo típico de la isla. Probad el tiramisú, please, de lagrimita!!!

Nos ha encantado Amante, que sitio... playa privada, restaurante con diferentes areas para comer dentro, fuera, mas cerca de la arena.. o disfrutar de un cocktail justo delante del mar.. tambien tiene servicio de camas para para el sol y tomar una copa tranquilamente, duchas.. la comida buenisima, pluma iberica espectacular, 100% recomendable amigos, moscow mule tremendo y el cocktail del dia eta un mojito de frutos rojos con un toque te piña tambien muy bueno!! El precio esta bien para el servicio y situacion del lugar! Tienen que ir!!

Deliciosa comida, vistas privilegiadas, ambiente chic, pero algo caro. Por eso no le doy 5 estrellas. Es cierto que no escatimamos en cervecitas previas, vino, copa posterior, etc pero no comimos tanto y salió a 80€/pax que me parece un poco demasiado. Las aguas 6€, por poner un ejemplo. El arroz negro (que es un must!) no viene en paellera, queríamos pedir 3 raciones para 4 (algo habitual cuando pides arroces) y no se podía. Volveremos porque nos gusta, pero como ocasión especial o mirando más lo que pedimos

Hoy 12 de septiembre de 2020, con el restaurante para comer con 6 mesas vacías en la terraza, pedimos que nos cambien a una mesa con sombra porque nos estamos quemando con el sol. La respuesta de la camarera es que las tiene todas reservadas y son las 17:00 por lo que dejamos de pedir postre y copa. Nos levantamos y nos vamos. Es muy triste que un restaurante como este no sepan tratar a los clientes como es debido para que se vayan contentos y vuelvan. Desde luego no recomendaremos ni volveremos.