Restaurante Albahaca

Restaurante de diez con un menú maravilloso y con un precio más bueno todavía. La calidad de la comida se aprecia con solo ver la presentación de los platos, y cuando los pruebas te quedas fascinado con su sabor! El trato es excelente por parte del personal. Y el local es pequeño y muy acogedor. Lo recomiendo 100%

El jueves pasado nos propusimos comer en este restaurante de Granada próximo a la plaza de Mariana Pineda. Comer de menú con un toque especial siempre es posible, y este es un claro ejemplo. Su local, especial, además del emplazamiento. Sus platos y la atención recibida, ha sido muy satisfactoria. Sin lugar a dudas merece la pena conocerlo.

Fuimos un martes a la hora de comer y estaba lo suficientemente lleno de gente para que no pudiéramos sentarnos en una mesa de 3, pero hicieron el favor de tomar una de 2 y adaptárnosla. Nos encontramos con un restaurante muy limpio, iluminado, bonito. En general, la camarera que nos atendió fue muy maja. Respecto a la comida decidimos pedir el menú del día por 13.50 que incluía bebida, pan y postre. Además, nos trajeron una tapa mientras esperábamos, algo que no pensábamos que fuéramos a tener por el menú del día. La carrillada estaba muy tierna y buena de sabor, pero las patatas a lo pobre que la acompañaban (junto a algo de pisto) un poco aceitosas. El hojaldre de pollo muy bueno de sabor también, con una salsa de setas, que además no era gran parte hojaldre que es lo que pasa muchas veces cuando pides este tipo de platos, o sea que otro punto positivo. Los postres: La tarta de queso era de horno según nos dijeron pero no sabía mucho a queso; Tenía un borde de hojaldre. La bavaroise de turron tenía textura de flan, estaba bueno y no extremadamente dulce, el sabor a turrón no era muy fuerte sino que lo notabas sobre todo en el regustillo. El servicio muy rápido: el lugar estaba casi lleno y diría que todas las mesas fueron atendidas eficazmente.

Si algo brilla en el restaurante es la atención al comensal, es excelente. El personal se ha organizado de manera que consiguen ser eficientes y rápidos aún con carga de trabajo. Se trata de un restaurante pequeño, con decorado discreto y bonito, además muy céntrico. Acerca de la comida, tuve oportunidad de probar varios platos al ir con amigos, la comida tiene calidad, la carne suave y buena, las verduras frescas y mención especial, al punto perfecto del salmón fresco, sin embargo no pongo todas las estrellas, ya que las salsas estaban flojillas, un poco insípidas, sin quitarle mérito al resto del plato pero que no conseguían la magia que prometían en la carta. Los postres muy bien. Si váis a este restaurante, no esperéis platos gigantes, pero si platos de tamaño mediano con buena calidad y sobre todo, una atención del personal, para recordar.