Divinum

Estuvimos buscando un restaurante para nuestro fin de semana en Girona especial y dimos con DIVINUM. Al entrar encontramos un restaurante con pocas mesas y muy tranquilo en el que pudimos degustar de su menú degustación que desde el primer plato hasta el último nos dejaron sorprendidos. Esperamos volver pronto y probar nuevos platos.

Excepcional! Hacia un par de años que no había ido y tenía un muy buen recuerdo del restaurante. Sin duda hacen honor al nombre. Un menú sorprendente con una explosión de sabores en pequeñas raciones que hay que experimentar. Pasas de un extremo a otro en un abrir y cerrar de ojos. Mis felicitaciones a todo el equipo de cocina! Y Que decir del trato en sala, una atención inmejorable, con un personal super atento y muy profesional. Muy detallistas en sus platos y muy detallistas con los clientes. Celebraba un aniversario y ellos se encargaron de un pequeño postre con una vela para soplar. El precio es un poco elevado, aunque, volvería a pagarlo con los ojos cerrados. El restaurante y la experiencia lo valen.

Fuimos hace un tiempo y hemos vuelto a aprobarlo y nos ha vuelto a encantar. Espectacular. No hicimos el menú degustación ( que queda pendiente volver y hacerlo) nos decantamos por la carta y elegimos el bogavante como entrare tanto en ensalada como en parmentier y un espectáculo. Muy recomendable, todo genial tanto la comida como el trato del personal

Todo como la seda, nos pusieron en zona privada, mesa de 5, perfecto estabamos celebrando el cumple de mi madre. El personal atento, agradables y serviciales. Nos atendieron muy bien com muy buena presentacion, y de los platos. Cogimos carta, los platos muy bien presentados y correctos. Ambiente muy tranquilo y sosegado, comes a gusto. Los postres muy buenos y recomiendo la mesa de quesos. Aparcar cerca, hay parkings privados. Volvere, para probar el menu degustacion.

Por fuera casi pasamos de largo, no destaca mucho la entrada. El personal es muy amable, te guardan la chaqueta y proporcionan un banquito para no dejar el bolso en el suelo. Hicimos el menú esencia. Empezamos por choco calçot, muy bueno, nos sorprendió gratamente el sabor con el toque de brasa, una de las especialidades es el chocolate de elaboración propia originales y deliciosos. Todos los platos estaban para repetir, buenísimos, con buena presentación, muchos te los acaban de cocinar en la misma mesa, algunos son todo un espectáculo. Los jefes de cocina salen a saludar, muy atentos al plato que más nos ha gustado o a nuestras críticas (siempre constructivas) supongo que para seguir mejorando el plato o idear nuevos. Es un restaurante para volver, estaremos pendientes de la carta para probar cositas nuevas que preparen que seguro están igual de buenas. Por poner una pega dos platos eran panes, uno una torta con mantequilla y otro un pan que nos dijeron cuidado al abrirlo que quema y no quemaba, con aceite. No estaba malo pero daba un poco la sensación entre bromas de que lo ponen para que nos llenemos, yo mientras llega un plato o el primer plato si que quizás lo pondría mientras esperamos, quizás no estaba metido en el mejor lugar del menú, por poner una pega. El precio, es caro pero lo vale y pagas a gusto, pero vaya para una ocasión especial, no es para ir cada fin de semana.