Hacía tiempo que no iba al gloria. Teníamos hambre y poco tiempo, estábamos al lado del Gloria y la barra era el sitio perfecto.
El sitio es perfecto porque es un espectáculo ver cómo cocinan todos los platos.
Ya que estamos, un menú.
No hay para elegir. Ensaladilla de primero y fabada de segundo. Con postre exquisito, sales rodando.23€.
Ambos platos deliciosos.
El próximo día, con tiempo, a carta que está todo riquísimo.
Espacio acogedor aunque iluminación algo intensa en las mesas. La barra es perfecta para comer y picar algo con cocina vista.
Servicio amable aunque con algún despiste.
Carta interesante y buenos vinos.
Fuimos a comer un día mientras visitábamos Gijón y la verdad que nos sorprendió. Comida riquisima del primer al último plato, comimos en barra mientras podías ver en directo como te cocinan los platos que vas a comer, un espectáculo y una maravilla de cocina y equipo. Las raciones quizás un poquito escasas sobre todo el arroz con pitu, aún así estaba delicioso. Volveré sin duda cuando vuelva a Gijón 😊
En Gloria se come muy buen arroz con pitu. Mis padres comieron ventresca, que también estaba buena, pero las patatas estaban totalmente crudas. Se lo comentamos al camarero que nos atendió, que estaba a por uvas, y ni se molestó en contestar. Evidentemente tampoco pidieron disculpas ni hicieron más mencione posteriores. Para pagar 40 euros por persona, la verdad, estaría bien tener ciertos detalles.
![5]( "Recensione")
Fuimos cuatro valientes en busca de una experiencia culinaria y la encontramos.
Yo empece con una tapa de salmorejo que con este tiempo se agradeció completamente y que la textura y el sabor eran suaves y refrescantes, además venía con una verdura parecida a la cebolla que te invitaba a mojar en el salmorejo e interactuar con el plato. Nunca había probado un salmorejo pero sin cerraba los ojos podía imaginarme sin lugar a duda los campos andaluces. La decoración con el jamón y huevo cocidos me hicieron sentir como una experta del salmorejo.
Después decidí probar un superviviente de la carta a modo de tapa también que consistía en un canelón de pitu de caleta y bechamel de setas. Fue una sensación de texturas en el paladar muy suave y envolvente, como un abrazo cremoso y sabroso que acariciaba mi paladar.
Después de estos platos pedí el postre: un tocinillo de cielo donde se combinan los dulces y el cítrico sin que resulte completamente empalagoso, aun sabiendo que este tipo de postre suele repunar a muchos, creo que se juega u varía con los sabores de una forma muy divertida, contrastando con el sabor del melocotón y la neutralidad de la nata. La presentacion es muy graciosa porque parece que el tocinillo ha explotado y se ha descompuesto en nata y las piezas del melocotón se confunden con el propio tocinillo.
Todo en total ha salido por 23 euros aprox con bebida incluida, por lo que si quieres comer como un marqués sin tener que vender un riñón el restaurante gloria de nacho manzano es tu opción. Comer bien no tiene por qué vaciar tu cartera.
Fuimos con reserva, estaba lleno. La atención recibida normal. La comida estaba buena, muy recomendable las alcachofas y las croquetas. La única pega del local es que tiene muy mala acústica, para conversar.
Local centrico nuevo. Muy buen servicio. El centollo chili tiene cilantro. Mata al producto a mi entender. Fuera de carta cocote de merluza. Muy rico, pero le faltaba un par de centimetros mas, ya que casi todo era la cabeza y las orejas. La torrija de brioche muy rica. Lo mejor la atencion y sugerencias de la chica que nos atendio.
La comida buena, rico todo y bien servido. La única pega sería en el menú el primer plato que fue un boniato asado con salsa de limon. No lo pudo pensar como primer plato. Es más un acompañante de una carne o algo así, por más que le pongamos un nombre bonito, no deja de ser un boniato o una patata o algo de la familia de los tubérculos. La salsa extremadamente Alimonada. Al grado que cuesta comerlo.
En fin un lugar muy muy bueno. Pero hoy el menú tirando a hmmm?!???!
Cristina Biosca Calabuig
+5
Sitio espectacular, con varios ambientes, muy recomendable en la barra viendo a los cocineros trabajar. La comida buenísima
Siempre que fuimos a la salgar de esther nos quedamos encantados, este sitio no es comparable, pero no por que no tenga su calidad en el producto y el trato tan cercano,si no por la tranquilidad que revosaba la salgar y esto es más de tapeo,pero todo lo que pedimos estaba riquísimo, el servicio perfecto y la atención inmejorable, seguro que volveremos
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