Anoche cenamos aquí, nos apetecía comida asiática y había llegado a nuestros oídos que el Burasari estaba muy bien, y tengo que decir que no metían, el local es de tamaño medio, hay mesas altas y bajas, muy acogedor, y lo importante, la comida está muy bien elaborada con ingredientes de primera calidad.
La carta quizás se haga pequeña, pero a veces menos es más, lo compensan con raciones abundantes.
Volveremos.
Cena realmente deliciosa, acudimos muy pronto porque nos habían comentado que en el local no reservan por lo que nos presentamos a las 21:00, no había nadie todavía y tuvimos la suerte de que centraron su atención en nosotros, cuando nos levantamos a las 22:15 ya había otras 3 mesas ocupadas.
Comida de diferentes procedencias orientales cada cual más sabrosa.
Cenamos los Pollo frito con cornflakes, en este restaurante los cocinan con los cereales completos en lugar de con ellos machacados y quedan muy sabrosos. Además comimos unas salidas espectaculares y un Pad Thai maravilloso.
En resumen, carta corta pero con mucha variedad de sabores y muy buen gusto. Raciones muy abundantes (especialmente el Pad Thai)
En total pagamos 50€ con 2 cervezas y 2 aguas. Vale cada céntimo que se paga.
Un lugar para repetir
Hacía tiempo que queríamos ir, y por una causa u otra al final no lo conseguíamos, hasta hoy. Entramos y cual fue mi sorpresa, pudimos cenar sin esperas, no reservan, es un plus para decisiones sobre la marcha. La comida deliciosa, abundante y sin tardanzas, el postre fuera de carta riquísimo. Volveremos a por el pad thai.
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