![5]( "Recensione")
Comida para cuatro el 6/08 a mediodía, sábado, con reserva.
En la reserva puedes solicitar comer en la terraza, aunque también es muy agradable el interior.
Pedimos dos platos para compartir, uno individual y postre.
De los platos a compartir las bravas nos pareció que estaban buenísimas, y de los platos individuales lo más sorprendente fue el plato de bacalao con oreja, aunque estaba todo buenísimo (la ensaladilla de pulpo muy rica y fresca para el verano).
Los postres innovadores y con sabor.
El ritmo de la comida comenzó muy bien, pero luego tuve la impresión de que E ralentizaba un poco, aunque al ser sábado y no tener prisa tampoco nos importó.
La ubicación idónea puesto que queda al lado del puente colgante, y con una decoración más que adecuada.
La relación calidad/precio es adecuada considerando la elaboración de los platos, cantidad y calidad, y el servicio de pan a 1,5€ así lo evidencia.
El precio para cuatro personas, con dos entrantes, cuatro platos principales, tres postres, cuatro servicios de pan, una botella de vino, un café y una infusión, 158,10€ (agosto 2022). Por cierto, muy a favor dejar agua del grifo en la mesa, sin coste.
El pasado sábado estuvimos cenando 4 comensales.
Fueron puntuales en atendernos y amables.
Nos gustó el tipo de comida asiática con un punto personal del chef.
La decoración del interior es agradable y bonita. También dispone de una terraza exterior bastante amplia y bien resguardada del viento y lluvia.
El precio y la calidad del producto que ofrecen están equiparados.
Volveremos.
Iciar Barriuso Alvarez
+5
Esta bien ubicado, cerca del puente colgante.
El interior es muy agradable.
La atención muy buena.
Hemos comido un tartar de atún con salsa de ajo blanco riquísimo, begi haundi con salsa de soja y huevo.
Bacalao y falda super tierna.
Una torrija con helado de mantequilla para acabar.
Vinos espléndidos para todos los gustos.
Precios muy razonables.
Restaurante de corte moderno, al lado de la ría y del puente colgante. La comida está muy rica pero quizá algo escasos los platos. Para cenar y degustar nuevos sabores, perfecto.
Local muy bien decorado y en muy buena ubicación. Cocina con producto local y de inspiración asiática… algo diferente a lo habitual en la zona.
Especialmente recomendable la costilla ibérica, las gyozas y las patatas bravas.
Dejar un hueco para los postres… el lingote de chocolate y el cheesecake están muy muy buenos.
Comida espectacular. He ido varias veces y siempre pido los huevos. El plato de huevos con pimientos... De bacon y patatas, es sublime. Me gusta muchísimo. El resto de platos también están buenísimos. Por ejemplo los nigiri. En el menú del día, Al principio los platos eran algo más grandes y el postre era mejor. Solían tener una copa de tarta de queso muy muy buena. Desde hace tiempo que no la tienen en el menú del día. Seguiré yendo seguro. Los camareros y camareras sin muy agradables.
Buena calidad precio, las bravas muy originales, las croquetas riquisimas, buen solomillo y excelente steak Tartar. Buen servicio
![4]( "Recensione")
Restaurante con decoración moderna y elegante, muy bien situado, junto al Puente Colgante y a 5 minutos del metro. Tienen un amplio comedor interior (buena separación entre mesas) y terraza exterior cubierta.
La carta es reducida pero completa, ofrece variedad de platos; eso sí, todos pensados para picar o compartir (siempre puedes optar por pedir algunos para compartir y otros como plato principal si lo prefieres. Lo a variedad de tipo de plato - desde patatas bravas a costilla- hace possible que te ajustes a esa combinación si lo deseas). Son raciones que están bien de cantidad, aunque quizá algo justas si piensas en pedir un solo plato. Yo recomendaría elegir 1,5 platos por persona (2 si vais con mucho hambre, aunque recordad que hay postre!).
Lo mejor de todo son los postres. Están buenísimos y el precio no es alto en comparación al resto de platos. Muy recomendable que probéis el helado de bolo de mantequilla. Dentro de carta hay uno que ya lo incluye. Fuera de carta tienen el lingote de chocolate que también está acompañado por este helado.
En cuanto a la calidad-precio de la comida, es muy buena. Trabajan con productos naturales de la zona y los reconvierten a un estilo asiático. Ahora, juegan tan bien la combinación de productos y tipo de platos que llegan a un público general. No es un restaurante típico oriental (exclusivos de shushi - no hay en carta-, gyozas o tartar).
Los precios son comedidos, aunque parezcan altos, si valoramos el tipo de restaurante, calidad de la cocina, servicio y ubicación.
La atención por lo general es buena, aunque en esta última ocasión el servicio fue algo lento y estaban muy descoordinados, como si no supiesen el número de mesa asociado a cada comanda. Entiendo que fue algo puntual.
Restaurante con cocina fusión, con platos diferentes y ofreciendo algo distinto por la zona. Restaurante totalmente recomendable, por poner una pega, el servicio demasiado puede resultar algo intenso.
Destacar las Gyozas de langostino con berza y las cocochas con txangurro.
Un restaurante con una carta diferente al usual aunque no muy variada, pero con opciones bastante interesantes para compartir, especialmente los entrantes. Muy rico el salmón con salsa de albahaca, pero ha decepcionado el niguiri de txanguro. Precios alrededor de 20€ por ración.
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