Buen sitio tranquilo para desayunar al pasar por esta carretera transitada por ciclistas y moteros!
Atención de 10
Hicimos una reserva,donde ya nos informaron muy amablemente que a lo mejor costaría dentro,ya que tenían varias reservas y una mesa muy grande. Pero no hubo problema para comer dentro.
Un sitio acogedor, con ganas de servir buena comida, cuidando el entorno y a los clientes.
Me ha resultado curiosa la observación del comensal anterior. Ya que se supone que yo soy una de las personas que le miró mal por hablar castellano. Al contrario, el camarero le informó que no era posible, aunque hubiera mesas vacías,ya que venía una mesa de grande,para un sitio pequeño, que además traían niños con carrito.
Así que no podía ser.
Por lo demás hemos comido muy bien, no sé si quedarme con el pulpo o el croissant tiramisú. Las dos cosas para salivar!!!!
Un lugar al aire libre para disfrutar y compartir, muy buena atención y excelente comida!
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