Restaurante La Casona Del Pastor

Acceso con camino de tierra, un poco polvoriento en esta época. Finca con buenas vistas, sobre todo las que dan al Escorial, y con animales para entretenimiento de los chiquillos. Han debido de cambiar las reglas con respecto a los perros, porque nosotros llevábamos (antes preguntamos si se podía) y en otra mesa también estaban con perro. La terraza es amplia y admite grupos grandes. La pega es que aún con toldos hace bastante calor, y las sillas de plástico no contribuyen a aliviarlo, más bien al contrario. Cuando te quieres levantar del asiento primero tienes que despegarte. El servicio atento, la rapidez en la comida correcta y la cantidad en los platos más que suficiente. Seguramente se esté más agradable por las tardes/noches. Para llegar está un poco enrevesado y parte del camino con suelo de tierra. Sería de agradecer la instalación de zonas con sombra para aparcar y de paso pueden aprovechar los tejados para instalar placas solares.

Siempre es agradable comer en La Casona del pastor, hemos ido ya varias veces u repetiremos. Comida tradicional y variada, buenas cantidades y un servicio con muchísima amabilidad. La terraza, cubierta con toldos para evitar el sol, es una delicia con buen tiempo, aunque no todos los clientes sepan comportarse en un espacio al aire libre. Un muy buen sitio para reservas de mesas numerosa, en un ambiente natural y alejado de ruidos. Lo peor es algo que no depende del restaurante, y es que para llegar hay que atravesar un camino sin asfaltar, por lo que los coches van a comer mucho polvo.

Es un lugar estupendo la comida de muy buena calidad pero últimamente han bajado muchísimo la cantidad de los platos he ido varias veces y siempre muy bien pero cada vez le quitan más a los platos por lo demás muy bien, la atención por parte de los empleados y es servicio facilitado de muy buena calidad

Sitio con encanto, perfecto para ir en cualquier momento. El lugar es bonito, fácil de aparcar y rodeado de naturaleza. Personal amable y atento, eso si casi siempre hay que reservar porque se llena. La comida siempre es una maravilla, buenas raciones y calidad. Sitio que nunca falla, relación calidad precio muy buena.

Estuve hace dos sábados con un grupo de familias y niños. Teníamos reserva para las 14:30 y preguntamos si podíamos adelantarlo por los peques. No hubo problema. El camarero nos aconsejó en todo momento lo que podíamos pedir, cantidades... etc. Trato excelente, comida buenísima. El precio es caro, pero lo merece por la calidad y la buena atención. Es la segunda vez que voy y no será la última. Lo recomiendo para ocasiones especiales.

Sitio con mucho encanto en mitad del campo,la comida buena aunque tuvimos un problema con la carne que la pedimos poco hecha y nos la trajeron muy pasada,lo dijimos y nos la cambiaron,esta vez nos la trajeron prácticamente cruda y fria y pusieron un plato para hacérnosla al gusto pero al estar tan fría de la nevera se pegaba al plato y era imposible así que pedimos un trozo de grasa como ponen en otros sitios y nos dicen que no,que allí no lo ponen así así que se la vuelven a llevar y nos la traen de nuevo ya hecha pero ya se nos había pasado el hambre por que desde la ensalada de tomate hasta que trajeron el resto pasó demasiado tiempo y encina con la historia de la carne ya ni te cuento,en fin una pena,a todo esto los camareros andaban un poco descentrados.Sabado 22 de octubre,hemos vuelto y todo ha estado muy bien excepto que estaba petado y el ruido era horrible pero bueno eso no es culpa del sitio,comida y atención estupendas