Freiduria Angela

Lo descubrí por casualidad y me alegro por ello, tienen amplia carta con una gran variedad de generosas raciones de pescados carnes y muchas más cosas, muy económico y lo que probé hasta ahora super rico, salpicon marisco muy bien cuidado con los pimientos frescos y crujientes, las almejas buenísimas, pulpo a la plancha muy bien cocinado y tierno... en fin... todo muy bien. El trato de TODOS los empleados muy bueno, y sonrientes, éso invita a querer volver y yo lo haré. muy recomendable y por supuesto REPETIRÉ. Espero que les vaya muy bien y no sé vayan nunca, es gratificante encontrar locales como éste.

Una freiduria nueva que recuerda la esencia del antiguo bar donde se encuentra ahora. Comida con calidad precio muy recomendable, además de un trato muy amable y atento por parte de los trabajadores. Si queréis ir en fin de semana mejor reservar. Comida típica del lugar: rosada, boquerón, puntillitas, pulpo...

Un lugardonde no ir.Sólo le pongo una estrella para poder comentar nuestra pésima experiencia en el lugar: de la comida no puedo opinar porque no la hemos llegado a probar pero ya os digo que las raciones eran escasas por lo que se veían en los platos pero del personal que había en ése local es de lo peor que he visto nunca: no eran camareros/ ras ninguno, muy mal organizados, mal servicio, ni idea de cómo funciona la hostelería, una pena que este local funcionara muy bien con los anteriores dueños/ trabajadores y con éstos se van a cargar la clientela, desde que nos sentamos a la mesa y pedimos pasó 45 minutos y no nos sirvieron la bebida ni la comida y viendo como se levantaban los clientes de las mesas sin ser servidos a pesar de haber suficientes " camareros"

La comida seguro estára buena...porque no la he probado aún! pero si vas a comer ahí mejor cancela todo plan que tengas porque son muy lentos... Hemos estado media hora esperando para sentarnos cosa que veo lógica si hay mucha gente. Pero sentarnos en la mesa y quedarnos esperando una hora literalmente para tomarnos nota ha sido desesperante. Claramente no volveré.