A Loira Taberna

Situado enfrente de un parking público junto al puerto, por lo que si no eres de allí, viene perfecto para acceder al lugar. En cambio, hace que las vistas no sean muy agradables. El establecimiento es pequeño, con pocas mesas. Por otro lado, en cuanto a la comida, la carta es algo escasa, pero se ajusta perfectamente a la típica de pescados y mariscos de la zona. Trato familiar, amable y cercano. La comida que probamos estuvo muy buena, además son flexibles, ya que pedí los calamares a la plancha, sin que estuviera en la carta y no pusieron problemas.

Pequeña taberna a pie de muelle, con una terracita muy cómoda. El trato exquisito y familiar, así da gusto. Y la comida, pues un 10 de 10. Producto de cercanía, fresco y bien cocinado, degustando los sabores del mar. Disfrutamos de los platos con un sabroso vino blanco, y como colofón, una de las mejores tartas de queso que me he comido nunca. Respecto al precio, pues acorde a los productos de la zona, no nos pareció demasiado caro. Sencillo, sin florituras, y perfecto para disfrutar de la gastronomía de la zona. Volveremos a probar ese pulpo 😉

Estupenda taberna pegada al muelle con vistas al.mismo. Es pequeña pero agradable y con terraza. Trato estupendo y familiar. Atención rápida y eficiente. Especialidad en pescados y mariscos de la zona de una excelente calidad. Comida tipica gallega. Relacion calidad precio, adecuada. Entrada apta para silla de ruedas, aparcamiento por las inmediaciones. Medidas anticovid.

Hemos llamado para reservar porque no queríamos quedarnos sin un buen sitio para comer en Finisterre a pleno mediodía. No tienen carta puesto que todo lo que ofrecen es producto fresco de la zona y la carta es sencilla pero de calidad. Hemos comido muy bien y el servicio ha sido de 10. El camarero es muy profesional y simpático, y vale la pena seguir sus consejos en cuanto a las cantidades. Un local pequeño tanto en interior como en terraza, pero con una decoración moderna y marinera y un baño limpio y amplio. No dudaremos en repetir si alguna vez volvemos a Finisterre. Es aconsejable reservar previamente.

Hemos comido hoy allí y ha sido una experiencia magnífica. Nada más entrar ya hemos sentido que así iba a ser... Local pequeño y acogedor. Nos han tratado con muchísima simpatía, educación y cariño. Hablándonos de cada producto, de la zona y recomendándonos sitios que visitar en nuestro viaje. Producto fresco de buenísima calidad cocinado con gusto. Raciones generosas y sabores potentes, de los que no olvidas... Espero que podamos volver algún día. Recomendamos todo, pero en especial el pulpo, las (auténticas) zamburiñas, las almejas, la tarta de queso y la torrija.