Yaho

Lugar muy oscuro, me costó mucho leer la carta. Decoración bonita pero muy oscura. El servicio no está mal, pero faltan camareros, tardan un poco en servir y si son mucho en una mesa, unos comen y otros esperan. La comida no está mal, es fresca. El único problema es que le ponen demasiada salsa a todo y se hace en algunos momentos incomible y repetitivo. Los fideos Yaho, el queso rebozado frito y la ternera Tailandesa están muy buenos. El pollo rebozado con salsa agridulce lleva demasiada salsa y solo sabe a la salsa, el crujiente del rebozado no existe porque está todo remojado.

Estupendo lugar donde disfrutar de la comida asiática, sillas muy cómodas, ambiente tranquilo y agradable. Camareros acertados en el trato y en las recomendaciones que les pedí a la hora de elegir mis platos. Tienen tanto menú como carta, así que es para todos los bolsillos y/o lo que te quieras gastar.

Restaurante asiático con buena calidad-precio. Se sitúa en una zona de fácil aparcamiento. Local acogedor con bastante espacio y mobiliario de madera. La comida es muy variada y de buena calidad. Entre otros platos pedimos el Pato Pekinés y estaba muy bueno, lo único que la salsa que sirven en este plato no nos gustó ya que tiene un sabor muy potente a pescado. En su lugar pedimos la salsa picante, que acompañada con el pato está genial. Al plato de arroz marrón le faltaba sabor, estaba un poco soso.

La primera vez en este asiático y no la última. Sitio muy acogedor, bonito y fácil para aparcar cerca del restaurante. La comida se nota casera, buena elaboración de los platos, hechos al momento. El pad thai buenísimo y el sushi muy rico. La atención de los camareros muy buena y atentos en todo momento. Destacó sobre todo el buen producto que utilizan, todo bien elaborado, calidad/precio muy razonable. El total de la cuenta es de todo lo que comimos y bebimos mi pareja y yo (total dé la cuenta en la foto adjunta) volveremos seguro!

Mi pareja y yo vamos muchas veces, es nuestro restaurante asiático favorito relación calidad precio. Hemos probado la gran mayoría de platos de la carta y no hay ninguno que no nos haya gustado. Recomiendo mucho las gyozas y el uramaki dragón. Los camareros siempre son atentos y aunque en fin de semana siempre está lleno de gente, los platos salen bastante rápido. Lo recomiendo!