Es un típico restaurante cafetería de los de toda la vida. El camarero que nos atendió es un auténtico profesional y se agradece en los tiempos que corren.
El menú del día es excelente en relación calidad precio. El calamar relleno es una delicia. El entrecot estaba bastante blando para ser de menú y además estaba hecho en su justa medida. De postre, la tarta de chocolate es muy buena, aunque un poco seca. Se hubiera agradecido un poco de nata. El pan de calatrava muy jugoso y no demasiado dulce.
La camarera tuvo el detalle de ofrecernos unos chupitos que aceptamos gustosos.
Todo genial!!!... el dueño muy majo y atento nos puso un ventilador par que estuviéramos agusto dentro ya que fuera estaba lleno ...pedimos queso y jamón, bravas con salsa casera no tengo fotos de ese plato pero la salga exquisita picaba lo justito buenísima , chipurones en salsa con habitas muy ricas aunque no tengo fotos de ese plato, sepia y de postre tarta de chocolate buenísima...
Sitio estupendo donde degustar platos de la gastronomía local y de muy buena cocina. Menú variado y arroces estupendos. Lugar muy recomendable y bien ubicado a dos pasos del paseo marítimo. Mucho más que una simple cervecería. Por cierto … los postres y su pastel de chocolate negro y helado, están de muerte. Volveremos
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