La Calma Restaurant

Enclave fantástico,comida rica pero el servicio lento Hemos vuelto el 30/8/22 y como había poca gente el servicio ha sido mucho más rápido, la fideuá de pato y setas estaba espectacular, el arroz del señoret tb estaba bueno, los postres son los que mejoraría, el cheesecake de marcarpone, demasiado queso, y la mouse de maracuyá con chocolate blanco no está mala, pero tampoco es nada de otro mundo...eso sí, el sitio es muy bonito, está decorado de maravilla, además de estar frente a la playa. Los precios rondan los 35-40€ por persona.

El restaurante es muy bonito. Hace honor a su nombre: La Calma. Hemos ido a cenar en pareja y la sensación del lugar ha sido muy agradable, ¡mucha energía positiva! Prácticamente encima de la arena, en un entorno decorado con mucho gusto, hemos degustado un entrante y dos platos principales. Bien atendidos y la comida espectacular. Para finalizar una tabla de quesos variada y bien presentada. Solo el pequeño detalle de no cambiar los cubiertos entre los entrantes y el plato principal no lo he visto oportuno. Pero al decirlo, la camarera no ha tenido ningún inconveniente en cambiarlos. Sirven champán por copas, algo que es de agradecer. Hemos quedado más que satisfechos. Relación calidad precio muy buena. También es ideal para ir con niños ya que está en un lugar espacioso justo al lado de la arena.

Un lujo de sitio… no falla en nuestros veranos! La carta no es demasiado extensa pero tiene bastante variedad, sobre todo platos peruanos (ceviches…) El atún de los entrantes es de adecuada calidad, y si te gustan las croquetas de jamón; de estas no te arrepentirás. El bacalao como plato principal está delicioso, y la corvina también, solo que a mi parecer no deberían de acompañarla con pasta… Y para acabar, cheese cake de mascarpone con helado de fresa… con un toque diferente ✨

Excepcional. Una ubicación envidiable, a pie de playa, donde, sea cual sea la hora del día, el paisaje es un espectáculo. La decoración del lugar es elegante y muy playera, da una sensación de calidez y tranquilidad que dan ganas de pasar allí el día. Y la comida... sin palabras 😍 productos de primerísima calidad, carnes a la brasa, productos de proximidad y, lo mejor de todo, con un toque muy original. A mí, personalmente, me sorprendió gratamente la comida. Recomiendo probar el All i Oli y el Pez Gallo como principal, los platos en general son generosos. El precio muy ajustado a la calidad y similar al de otros restaurantes de la zona. Y por último, la atención del personal es inmejorable, son muy cercanos y atentos. Volveremos antes de lo esperado !

La Calma está situado en un lugar perfecto, frente a la playa, al lado del espigón, agradable, para acudir de una manera más elegante e informal a la vez, tienes mesas casi en la arena y en el salón de dentro. Una terraza grande, cubriendo del sol, por lo que se puede comer sin pasar calor. La comida es muy buena, todo está exquisito y la atención es muy profesional, cercana, amable. La cocina no cierta, por lo que si no has reservado para comer, se puede ir pasadas las 15 ó 16 sin reserva, pero es recomendable reservar, y más en fin de semana y vacaciones. Los arroces son muy buenos, las tellinas, las croquetas, tanto de jamón como de chipirones. Es un lugar 100% recomendable y parada obligatoria, sin duda.