Deba me encanta y paramos aquí para echar el aperitivo, amplia terraza y gente a tope.
Buenos pintxos y buena atención.
El día que fuimos era de los pocos lugares en donde pudimos comer ya que el resto estaba lleno. La comida nos gustó mucho, pedimos de primero sopa de marisco y ensaladilla rusa y de segundos, filete de ternera y callos. Todo riquísimo, lo único que nos tocó esperar bastante.
Los platos de raciones son una barbaridad para dos personas. Pedimos patatas mixtas, croquetas y ranas, y tuvimos que terminar pidiendo para llevar la mayoría de ellos.
Las patatas te vienen una ración dividida en dos, por lo que si pedís media ración será más que suficiente para dos personas.
Las croquetas vienen 12 (aunque en la foto haya 10 pero es que había hambre y claro…). Son caseras y están buenas.
Las rabas fueron lo mejor, y con las salsas de las patas más ricas aún.
El local está muy bien situado en todo el centro de la plaza del pueblo. Ahí se puede disfrutar de cualquier momento de comida del día con total seguridad.
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