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Reseñas Recientes
Lo tiene todo. Está ubicado en la antigua vivienda de José Luis Perales, en el centro histórico de Cuenca, entre la Catedral y el Castillo. La sala es muy luminosa, con muchos y cuidados detalles y con unas inmejorables vistas al Huécar. El servicio es espléndido y los platos espectaculares, tanto por la calidad de sus ingredientes como por su elaboración y presentación.
El restaurante es una maravilla. El ambiente es mágico, la comida exquisita en calidad y presentación y el servicio de 10. Ana es una camarera profesional ! Te aconseja de manera sencilla y hace la experiencia mejor aún. Volveremos sin duda. Tienen unas vistas inmejorables desde la terraza.
Lugar bonito con escaleras para bajar al comedor. Situado en una callejuela medieval que da a la Plaza Mayor. Antigua casa de José Luis Perales. Personal simpático y agradable. Todo estaba bueno pero muy caro. Destacar el ajoarriero 😋. Buenas vistas