Restaurante Panzerotti

Había cola y nos metieron rápido, comimos bien el menú del día. La razón por la que no le dio 5 estrellas es: Todo perfecto hasta el momento de cobrar, 20 minutos de reloj. El servicio estaba formado por dos grupos el que servía, PERFECTO y el que cobraba, en 3 ocasiones pedimos que nos cobrasen el grupo que servía pasaba el aviso a la chica que cobraba, que veíamos como se lo decían y ella a lo suyo, hablando con cocina. Tuvo que levantarse mi mujer y solo entonces y previo aviso a la persona que nos sirvió, que ella no tenía la culpa, así se lo Digimons y así lo corroboró y después de subir el tono con su compañera nos cobraron, total 25 minutos para cobrar. Repito, el servicio de la comanda, perfecto y la calidad de la comida perfecta. QUE QUEDE CLARO.

Pizzas finas y buenísimas. No reservan, dan mesa por orden de entrada en el restaurante. A las 20:00h abrieron para el turno de cenas y se llenó enseguida (en agosto) por lo que a esa hora hay que tener paciencia porque todas las mesas piden a la vez. Pegado a la puerta del restaurante hay una ventana para pedir pizzas para llevar. Muy bien pensado.

Entramos por las judías verdes que se anunciaban en el menú. Estaban buenas, aunque habrían estado de 10 con jamón, en lugar de beicon. Las carrilleras muy ricas. Y el Poke Bowl de pollo con arroz, quinoa, zanahoria, cebolla, Aguacate y algunas cosillas más, estuvo espectacular. Las hamburguesas que servían en otras mesas tenían muy buena pinta también. La camareras atentas, servicio rápido y precio razonable.

Después de varios días tomando bocartes y anchoas y pescado buenísimo, sentarse en este restaurante Italiano nos ha sabido a gloria. Las pizzas son de masa fina con bordes crujientes y sin exceso de queso, por lo que no te dejan pesadez. Probamos varias pizzas y estaban todas muy buenas. Las raciones de pasta son perfectas como plato único y el pesto estaba muy bueno.