Taberna Quinito

Después de unas vueltas buscando sitio donde comer ya que éramos un grupo medianamente grande (8adultos +2 niños), encontramos esta taberna donde comimos estupendamente y el trato fue de la misma calidad. El camarero, muy amable, montó la mesa a pesar de que era un poco tarde, nos recomendó plastos de fuera de carta como el jabalí y la bebida vino de la mano de un pequeño aperitivo. La comida genial y el resto del personal, dos camareras que atendían en terraza, muy amables también. Nos gustaron mucho el jabalí, el ciervo, las berenjenas rebozadas y las croquetas de ciervo. Los huevos rotos tenían un jamón muy bueno también. Como postre, tarta de manzana casera.

El servicio muy bueno, muy atentas todas las camareras que habían, llegamos pronto y no encontramos cola, nos recomendaron un poco y pedimos un pulpo, un ciervo al romero y un foie de perdiz, todo muy rico, también pedimos unos postres, lo único que no tenían para pedir café, pero en general un sitio para volver

Una buena opción para comer cerca de las ruinas de Santa María. La atención de los camareros estupenda, tapa con cada consumición y raciones calidad precio excelente. Muy recomendado el lomo a la orza con asadillo. Lo que más nos has gustado es que te informan de los platos fuera de carta y el precio, que es algo que no ocurre en muchos sitios. También os recomiendo reservar pues el local y la terraza no son muy amplios así os aseguráis una mesa.

Situado en un lugar emblemático del pueblo de Cazorla, la Taberna el Quinito es un lugar agradable, con buena relación calidad-precio. Las camareras muy simpáticas y atentas. Las bebidas fresquitas y las raciones generosas. Probamos tanto la sepia como la carrillada; ambas espectaculares pero si tuviéramos que recomendar, nos quedamos con la segunda.