Dimos con el restaurante de casualidad y no pudimos tener mejor suerte. Platos ricos, buena cantidad y bien de precio. El trato muy bueno. 100% recomendable
Hemos estado muy a gusto. La camarera majísima, a pesar de haberle tocado trabajar en su día de fiesta. La comida muy buena, mucha cantidad y buen precio. Las tartas riquísimas.
Me encanta, está todo buenísimo. Solemos pedir para llevar, no tienen packaging propio así q solemls llevarnos las cacerolas para q no las llenen. Pinchos de nivel, morcillas de nivel y en general todo increíble.
Comida casera.
PD: Si vas con prisa, no es tu sitio.
Un pequeñito restaurante al lado del río, ideal para tomar unas cañas, y tapear con sus sorprendentes morcillas y morros. En cuanto a la comida, cocinada a la manera tradicional, con buena presentación, y un exquisito sabor. Me ha encantado. Pienso volver por allí. Lo recomiendo cien por cien.
Comida abundante, buena y a buen precio. La señora que regenta el local es majísima. Y el entorno es tranquilo.
Es un bar de carretera sin más pretensión que dar buena comida. Llegamos sin reserva y de entrada nos dijeron que no podían darnos mesa. Decidimos quedarnos y tomar unas cañas y tapas en la barra. La morcilla de sangre exquisita, la recomiendo. Después de la segunda ronda nos dijeron que había quedado libre una mesa. Pedimos cordero y cabrito guisado, muy ricos y tiernos. Los callos si que podrían estar mejor. Lo que sí recomiendo es la tarta de galletas al caramelo, riquisima. Y he decir que muy bien de precio. Y del servicio decir que la chica de la barra nos atendió muy bien
¡Un servicio perfecto!
Soy vegetariana , así que suelo tener problemas a la hora de comer, así que contacte con ellos de antemano para preguntar si tenían algo disponible en el menú.
Me indicaron que adaptarían unos platos para mi y que no había ningún problema .
Al llegar el trato fue increíble , fueron todos muy amables y muy atentos.
Me hicieron un revuelto de verduras que estaba muy bueno y fueron muy rápidos.
Para terminar el postre de tarta de nueces fue brutal.
El mejor restaurante al que he ido en la zona sin dudarlo.
Lugar estupendo para comer en familia
Platos muy completos.
Se puede compartir un plato para dos personas
CARTA
Tengo un recuerdo muy agradable asociado a este establecimiento. En 1988 mis amigos y yo vimos a Perico Delgado ganar el Tour de Francia apoyados en la barra del Petro. Muchos años después volvimos a pasar por allí y nos quedamos a comer. Era otoño y hacía frío en la calle, entrar en el comedor fue como entrar en una máquina del tiempo, todo estaba igual, lo que en mi caso mejoró si cabe aún más la experiencia. Las estufas de leña caldeaban la estancia mientras nosotros hablábamos de los viejos tiempos. Pedimos la comida y nos sorprendió lo bueno que estaba todo. Los chipirones fritos estaban espectaculares y las patatas fritas y la caldereta también. De postre un muy buen flan casero para alargar una sobremesa de las de antes. Después de esa tarde hemos vuelto muchas veces, creo que no hace falta añadir nada más.
Excelente. Sabor y gran atención. 👌🍻🥓🥩🥧
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