Luces Restaurante

De esos sitos que cada vez que voy me gusta más. Tranquilo, siempre una atención impecable y la comida nunca falla. Opciones muy diferentes a lo habitual en Cartagena, platos sabrosos, bien presentados y siempre sorprendentes. Las croquetas frías y los platos tradicionales son todos imprescindibles. Se pueden pedir medias de casi todo y así probar varios platos. Y de postre el pastel de manzana, impresionante. No dejéis de ir.

Paramos por casualidad para tomar unas cervezas en la terraza y quedamos sorprendidos con la carta. Enseguida nos dimos cuenta de que era un sitio para vivir la experiencia. Toda una explosión de sabores, si pides la croquetariedad, te explican el orden en el que tienes que probar cada una de las croquetas para disfrutar aún más de la experiencia. Hemos probado también el ceviche y los "huevos rotos", lo entrecomillo ya que no son unos huevos rotos al uso. Y para terminar, no olvidar pasar por el baño ya que también os espera una sorprendente experiencia. El servicio un 10, la chica nos fue explicando todo, sin duda repetiremos.

No defrauda. Como siempre, todo exquisito en este "Luces". La presentación y la comida, impecables. Si a esto se le suma que es un lugar con una bonita decoración, tranquilo, sin alborotos ni gente que te rompa el tímpano con sus gritos, buena música de fondo para poder hablar, y unos camareros super atentos y simpáticos, casi que se erige como una de las apuestas gastronómicas más interesantes y originales de Cartagena. La idea de su carta es una cocina creativa con sabores mediterráneos y un toque con gastronomía del este de Europa. • Pjali: Croqueta fría georgiana sin freír (espinaca y berenjena, nueces, cilantro, cebolla, ajo). • Huevos Rotos EFESE: Huevos y chopitos con la salsa de tinta de calamar y alioli de lima. • Forshmak: Picadillo de pescado salado, «marinera judía» sin mayonesa. • Cotleta con Grechka: Albondigas del Este de Europa de carne de cerdo con trigo sarraceno, salsa de nata y champiñón. • Postres: Sharlotka (pastel de manzana con nata y canela) y Calabacino de Cielo (mousse de calabaza con yogurt y canela).

Un lugar muy acogedor y el servicio increíble. Calidad-precio razonable. Tenían opciones sin gluten y veganos. Todo lo que pedimos estaba riquísimo, y si tuviera que decir algo “malo” sería que a lo mejor el Meji hummus le faltaba un poquito de sabor, pero de todo lo demás, no me salen palabras negativas. Las croquetas de pimientos, las favoritas de los 4 que fuimos y la corvina muy jugosa. La carta es muy variada y distinta a lo que solemos estar acostumbrado, o sea que si te apetece probar cosas nuevas, este es tu sitio. Sin duda, repetiría si volviese a Cartagena.

A este restaurante solo puedo darle un 10 sobre 10. Los platos son deliciosos, tapeo original, de raciones y medias raciones para poder degustar su estupenda variedad! Calidad y producto fresco. Los propietarios cuidan los detalles y la atención al cliente. La carta es muy variada y los precios muy asequibles. No se pierdan las croquetas!