El Bon Sol

Todo estupendo. Pedimos varias raciones y todas de un producto bueno y bien hecho. Gambas al ajillo grandes y buena ración, para mojar pan hasta acabarse el plato (pan, por cierto, tostadito y con aceite siempre, un vicio). Boquerones bien limpios y a la plancha, sencillos y riquísimos. Tellinas para comerse un millón. Muchas gracias y seguid asi.

Buena comida, tienes calidad, buen servicio y trato y comodidad en el interior del establecimiento que está climatizado. Nos recomendarin bien, es familiar y cercano. No tienen menú del día con lo cual tienes que esperar pedir de la carta y gastar un poco más. El precio es razonable, no barato para lo que comes, quizás el precio del tinto de verano para lo que es se va de lo normal y el postre como suele ser habitual también se suelen ir de precio. Ir de tapas también es más caro que pedir un entrante y plato principal.

El trato y las vistas, estupendas. La ensalada de la casa de 10. Nos aconsejaron tomar llampuga, un pescado de temporada que estaba muy sabroso. Los boquerones bien y lo único que no me gustó fue el pulpo a la gallega. En realidad era rodajas de pulpo sobre patata espolvoreado de pimentón y algo de aceite. "A la gallega" es una ajada donde el pimentón se echa al aceite caliente y ese aceite, con cuidado de que no caiga el pimentón, se pone sobre el pulpo. Tomamos un vino de la DO Valdeoras 👍. Todavía apetecen blancos. No pedimos postres ( por lo que no puedo opinar) y terminamos con un café con hielo.

Un restaurante muy auténtico en Campello. El personal es muy amable y el local es muy acogedor, decorado con estética marinera. Además la carta me gusta bastante y está todo muy bueno, entre mis platos favoritos están ma ensalada de la casa con salazones y los gazpachos marineros, pero también tienen cosas buenísimas para picar, como los montaditos.

Excelente en todo, podríamos definir y no mentiriamos. En una de nuestras cenas, los de la mesa de al lado estaban comentando las exquisiteces de lugar. Como somos así, fuimos a comprobarlo, no dudamos pero queremos probar lo bueno. Deseábamos probar más cosas pero muy amablemente se nos aconsejó que con la ensalada de pericana con tomate rallado y salazones y después el gazpacho de mero teníamos suficiente y así era los dos platos muy bien elaborados y sabrosos, el servicio sensacional. Sin duda volveremos a seguir probando esa buena cocina.

Camareros muy agradables y recomiendo reservar antes de ir porque suele estar bastante lleno. La en sala Bon Sol, recomendable, pedimos la pequeña y era de un buen tamaño. Las cigalas al ajillo estaban ricas pero muy pequeñas. Los sepionets estaban muy buenos a para mí gusto tamaño perfecto. La cerveza la sirven en copa helada y esta muy fría, es de agradecer. Pondría un 4,5 sobre 5 de nota