Rafalete

Restaurante de comida variada y casera. Los pinchos morunos estaban muy ricos, los cogollos con ajillo no los habíamos probado nunca y nos han sorprendido para bien, un plato refrescante y sabroso. Patatas bravas caseras y salsas muy apetecibles, para mi gusto la roja demasiado picante, pero eso es cosa mía ya que tengo bajo nivel de tolerancia al picante. Por último las croquetas de jamón y pollo no estaban malas, pero es el plato que más nos flojeó, el único que no repetiríamos. Camareros amables y atentos. Precios buenos.

Hemos visitado este lugar en nuestra visita a Córdoba y hemos probado varios platos de la carta el mejor las lágrimas de pollo muy completo, la ensalada de col esta muy buena me sorprendió su sabor, la atención de los camareros muy bien, siempre atentos... nos trajeron la comida pronto, los otros platos estaban un poco sosos, sin sabor... los postres buenísimos, los precios están bien, el lugar es muy amplio y hay salas divididas q son más recogidas, había un buen volumen de clientela, pero todo moderado. El lugar está bien.

Es la primera vez que fuimos ya que nos llamaba la atención la pechá de gente que siempre esperaba y hacía cola para comer, la verdad de lo que pedimos está muy bien de cantidad y más o menos bien de calidad a excepción de las patatas de las bravas que estaban un poco duras pero por lo demás hay que reconocer que sirven bastante rápido y ponen cantidad en las comidas y pedimos una parrillada muy buena, tierna y completa.

Es un restaurante muy grande por dentro. El problema es que cuando se llena es hiper ruidoso. Difícil mantener una conversación. La comida la trajeron muy rápido y estaba todo bueno. Las raciones son generosas. La presa y los calamares fritos muy recomendables, al igual que la ensaladilla rusa. El flamenquin tenía por dentro jamón serrano pero parecía estar crudo. Los boquerones al limón están suaves. Famoso por sus pinchitos morunos.

Paseando por Córdoba íbamos buscando un sito para comer y nos topamos con Rafaelete, llegamos y el camarero muy amablemente nos sirvió la bebida y pedimos la comanda que no tardó en aparecer más de 15-20minutos. Tiene una carta muy completa y muy variada a precios asequibles, puntos a destacar del lugar serían una buena iluminación y un local bastante grande, me gustó mucho la atención y el buen hacer del camarero, y punto en contra el cobro del pan (además a coste elevado) cuando debería en algunos casos ir incluido con las raciones o platos más grandes

Buena comida a un precio económico y bastante cantidad, es la tercera vez que acudimos a este sitio y todo bien. Por poner una pega el pan no estaba tierno. Eran unos panecillos recalentados que en cuanto perdieron la calor estaban durillos. Por lo demás genial. Sólo está última vez me ha pasado lo del pan. Las anteriores todo correcto