El Caballo Rojo

Tuvimos una comida de categoría, íbamos con la idea de ir a un restaurante clásico donde sirven buena carne pero no fue solamente eso. Nos dejamos aconsejar por el chef. De primero nos sirvieron el salmorejo con mojama de atún y alga wakame, SIN PALABRAS. Sabor potente en boca pero muy ligero al estómago, con ese toque fresco del mar que desmarca al tradicional salmorejo Cordobés. El siguiente plato fue el tartar de atún con helado de mostaza… otra gran sorpresa para nuestro paladar. Luego vinieron las carnes; el corte del entrecot era inmejorable y el punto tal cual lo queríamos. El magret de pato combinaba a la perfección con la salsa de frutos rojos, sin quitarle protagonismo y resultar empalagoso. El final fue una tarta de queso (al horno) fluida, acompañada con otras texturas de pequeños dulces, frutos frescos y secos y algún sirope, apta para todos los gustos al no ser de quesos intensos y tampoco estar excesivamente endulzada. El servicio es profesional, atento y con esa simpatía andaluza en su justa medida. Realizan el cambio de vajilla con cada plato, evidentemente. Los vinos que nos aconsejaron también casaban con cada plato. Nos quedamos los últimos de sobremesa y en ningún momento nos sentimos presionados para irnos. Nos hubiera encantado que fuera el Chef quien saliera a explicar y trasmitir la esencia de los platos, pero al final, pudimos compartir unos minutos con él. Respecto al local, tiene un patio pequeñito estilo judería que resulta muy agradable, una planta abajo con carta y tapas y otra arriba más formal. Comimos en el salón de arriba y realmente le hace falta un pequeño cambio de imagen, pero no deja de ser limpio, ordenado y se come a gusto. La vajilla y las copas son mejorables, pero tienen algunas cosas preciosas. Finalmente decir que se van viendo toques innovadores en cada uno de sus platos y se agradecen enormemente. Definitivamente recomendaría a cualquier persona que haya ido años atrás que vuelva para comprobarlo.

Desde el año 1962 como referente indiscutible de la gastronomía de la ciudad…. Es obligada la visita cada vez que se pasa por Córdoba. Una comida exquisita, en una ubicación especial y en un local con solera…. Mención especial para todo su personal de cocina y sala que son profesionales como ya se encuentran pocos.

Uno de los de referentes de Córdoba y no nos defraudó. Toda la comida estaba muy buena! Por poner algún pero, algunos de los platos les faltaba algo de potencia de sabor, a mi gusto. El postre, en formato «plato combinado», nos sorprendió!! Servicio muy atento y amable!! Si volvemos a la ciudad, repetiremos :)

Toda la experiencia fue fantástica. La calidad y presentación de los platos de 10. Todos los camareros fueron muy amables y se preocupaban porque todo fuera perfecto e incluso la dueña se acercó para preguntarnos si todo estaba bien y explicarnos un poco la historia del restaurante. El ambiente del local es perfecto tanto la decoración, como la temperatura y la ausencia de ruido.

Delicioso restaurante de comida andaluza / cordobesa. Hemos comido las corquetas, las anchoas, el salmorejo (espectacular) y la ensaladilla rusa (la mejor que he probado en la vida) de postre hemos tomado un merengue con chocolate con el que he soñado esta noche ❤️ El servicio muy amable y atento, el ambiente tranquilo y acogedor, al estar al fondo de un patio y tener en el 2º piso el restaurante, a pesar de que está frente a la mezquita-catedral, no se ve mucho y pudimos estar muy tranquilos. Fuimos recomendados y sin duda lo recomendaremos.

Experiencia inigualable, por el ambiente agradable y tradicional con todo detalle cuidado con esmero, la calidad humana de quien llevan con cariño un negocio que recorre los más de 50 años de vida, y un producto de primera calidad tratado de forma exquisita, con fusión de platos tradicionales como salmorejo y rabo de toro (excepcionales) y más modernos como atún rojo con salsa de mango y algas, verdadero manjar. Enviamos un cariñoso saludo a Jesús, parte del alma del caballo rojo, a quien tuvimos el placer de conocer y nos ayudó en un momento complicado e inesperado de salud de uno de los familiares. Volveremos una y mil veces. Felicidades equipo por vuestra calidad gastronómica y humana.

Muy cerca de la mezquita, el ambiente es muy tranquilo y agradable, precio algo elevado, me pareció que un plato de salmorejo 15€ está por encima de lo habitual, el plato de rabo de toro 28€, también elevado, comparando con otros sitios, el postre no estaba mal aunque las decoraciones no son más que eso, a parte de la tarta que pides, el plato está rodeado de detalles como nata de spray, una especie de bolita de colacao muy endurecido.... Nada agradable para comer. El servicio fantástico y el ambiente también muy agradable, decoración bonita y todo muy limpio.