Las vistas desde las mesas de la terraza son preciosas, se ve la isla y la inmensidad del mar .
Respecto a la comida, nosotros nos sentamos del lado del bar porque el restaurante estaba lleno. La carta del bar es más reducida pero tiene varios platos iguales a los del restaurante y también bocadillos. Los bocatas no los hemos probado, hemos tomado una ración entera de pulpo (26€) que puede parecer cara pero dado el tamaño de la ración (lo podéis ver en la foto) tan enorme no resulta caro. Compartimos una empanada de zamburiñas (muy rica), pimientos del padrón (ricos y fritos en buen aceite) y media tortilla (lo que menos nos gustó, demasiado hecha para nuestro gusto).
Las cañas a 2.5€ cada una las sirven muy fresquitas y tienen agua de litro. Un punto flojo es que no tienen hielo! Un día como hoy (de 30 grados) agradece un poco de hielo en la bebida.
Fuimos un viernes a mediodía después de hacer ruta por la isla. Éramos tres personas y tuvimos que esperar una hora solo para que nos sentaran. Los camareros tenían menos sangre que un vampiro vegano a excepción de un solo chico que nos atendió super bien. Comimos zamburiñas, empanada de zamburiñas, pimientos y pulpo. La comida fue excelente, estaba todo riquísimo (aunque la empanada tenía la base chamuscada) y el pulpo llevaba demasiado pimentón picante para nuestro gusto. Tiene unas vistas muy bonitas si tienes la suerte de que te pongan cerca de la barandilla de la terraza.
El ambiente no me gustó mucho porque había un grupo de señores borrachos con música y gritando y me parecía un poco falta de respeto a los demás comensales. Creo que falta un poco de organización en sala.
Os cuento mi experiencia:
Este restaurante ya lo he visitado varías veces. Pero ayer fue digno de escribir esta reseña. Llegué pronto. Pedí mesa para cinco y la que me ofrecían no estaba junto al mar, y dado que iba acompañado por gente de fuera, solicité si podía ser otra. Sin problema me la prepararon en un sitio espectacular. La comida excelente, como siempre. Pero lo que me lleva a escribir esta reseña, es para felicitar a Aina, la chica que nos atendió. Qué amabilidad, simpatía, eficacia y cariño para con los clientes. Le pregunté el nombre precisamente para este fin.
Nos lo recomendó un amigo, y fue todo un acierto. El personal es muy agradable y atento, la terraza, con las mejores vistas de la isla, y la comida espectacular, probamos la empanada de zamburiñas, la caldeirada de pulpo y las zamburiñas a la plancha, casi se me saltan las lágrimas del gustazo. Lo recomiendo sin dudar .
Restaurante amplio con instalaciones modernas y un servicio atento, cercano y muy competente. Cocina clásica y súper sabrosa.
Volveremos.
¡Mil gracias por todo!
Después de un día en la isla, fuimos a comer a Casa Checho, un restaurante que no hace reservas pero nosotros siendo 2 no esperamos nada llegando a las 13.30h. Comida de 10, en especial destacamos el pulpo en caldeirada. Volveremos seguro!
La atención de la camarera super amable.
Las vistas del mar mientras comimos muy buenas.
El restaurante es muy normal pero la calidad de la comida es espectacular.
No había comido jamás unas zamburiñas a la plancha tan ricas ni un pulpo tan fresco y bueno.
La relación calidad precio estay muy bien.
Aconsejable al 100%
Pedimos zamburiñas, pulpo a feira con patatas, pimientos de padrón, una botella de vino blanco y dos helados de postre. Precio unos 30 € por persona
Habíamos comprado un bocata por si luego allí no podíamos comer. Fuimos según atracó el barco y menudo acierto xk nos dieron una mesa con unas vistas increíbles. Comimos pulpo, empanada de zamburiñas y zamburiñas a la plancha, todo exquisito y fresquisimo xo lo de las zamburiñas y la empanada... Es un pecado... Delicia pura.
Totalmente recomendable.
Relación calidad precio buena.
Camareros super atentos y educados. El arroz de la casa está delicioso, las zamburiñas muy bien preparadas. La relación calidad precio es excelente. A esto se le suman las increíbles vistas, es un lugar maravilloso para comer tranquilamente en un entorno espectacular. Nos invitaron al café, un gesto de cortesía ya no muy habitual.
Restaurante con una situación privilegiada en Ons, unas vistas estupendas. Recomendable especialmente el pulpo, otros platos bastante normalitos.
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