El Invernadero De Boadilla

Buen sitio, trato fenomenal. Todo bueno el ambiente es muy bonito y la detracción está muy lograda una alternativa a la variedad de restaurantes en la zona. Las calidad de las raciones es buena, la única pega , los bahos, son muy pequeños para el precio que cuestan, creo que cinco euros cada uno,un niño se puede comer tres de golpe. Por lo demás todo bien. Recomendable si estás por la zona.

Que gran experiencia... Hemos estado comiendo en la terraza 6 personas incluyendo dos niños. Entrantes, principales, postres...todo excepcional: las virutas jamón, el pulpo, el tartar,...y los tres postres que hemos probado: el crujiente de manzana, la tarta de queso y sobre todo la torrija, que estaba impresionante... ...y con un servicio también extraordinario además de ágil. Volveremos

El que fuera el Kiosko alberga desde hace poco más de seis meses una propuesta de cocina fresca, no convencional, sencilla y sabrosa. Servicio honesto, muy amable y ágil. Ambiente acogedor pero un poco ruidoso. Probamos las ortiguillas, poco habituales de ver fuera de Cádiz, un pulpo espectacular y unas anchoas tan jugosas que se acabaron antes de hacer la foto. Cuenta con una terraza muy agradable todo el año y fresquita en verano. Para repetir.

Una carta muy interesante. Les hemos visitado en su estreno, con curiosidad y ganas, pero también con cierto escepticismo, lo reconozco. Y la verdad es que nos ha sorprendido muy gratamente. A destacar de la carta, las propuestas sin pretensiones pero donde el producto es el protagonista. Los mejillones caseros escabechados y ahumados, un must para los amantes de las conservas hechas en casa. Los salmonetes fritos, aunque rematarían acompañados de alguna salsa, estaban muy ricos de sabor y con una textura crujente por fuera (de los que te puedes comer con las manos sin engrasarte los dedos), y los carabineros súper sabrosos y tiernos, en su punto de cocción. La gilda, muy rica de sabor, aunque como vasca le tendría algún sugerencia de mejora. El servicio, encabezado por Jose, muy atento y profesional, algo que sorprende en un día de apertura. Muy recomendable su acogedora terraza con árboles y luces a modo de guirnalda. No es un sitio de batalla, pero si buscas algo más cuidado con sabores un poco diferentes, visítales y compruébalo por ti misma. Como curiosidad, su carta de desayunos, lejos de los brunch carísimos y pintureros que hemos visto últimamente. Espero que sigan así, o incluso mejor, porque Boadilla necesita sitios de cabecera como éste.