Mandolino Beach

Recomiendo este agradable y bonito lugar con unas vistas insuperables. La carbonara es auténtica italiana con un sabor espectacular y la bandeja cubana está deliciosa con su arrocito carne de cerdo y ensalada. De cóctel siempre me pido piña colada o un buen legendario elixir. Los fines de semana hay música en directo y se pasa de maravilla, nosotros sin duda volveremos!

El local es una pasada, entras por una puertecita y lo primero que te encuentras es el horno de leña y, tras pasar el pasillo te encuentras un ventanal con unas vistas impresionantes. Tuvimos la suerte que nos pusieron la mesa al lado de este. En cuanto a la comida; pedimos la ensalada dello chef, que estaba rica a pesar que se pasaron con el soplete en el queso de cabra, el pulpo a la brasa con adobo de sobrasada, que estaba muy rico pero la sobrasada era escasa y la focaccia. Cómo principal pedimos fiocchi formaggio e pera, que estaban espectaculares y fue de lo que más nos gustó, y ravioli di carne al funghi, que también estaban muy buenos aunque algo pasados de sal. Con dos postres y una jarra de sangría salimos a 76€. Una especial mención al camarero que nos atendió, que fue muy majo y estuvo muy pendiente para que no nos faltase nada.

Cenamos allí unos entrantes y pizzas. Todo estaba muy bueno, a destacar el pulpo con puré de patata y sobrasada y la pizza de salmón. Los precios son buenos teniendo en cuenta donde está ubicado el restaurante. Tiene muy buenas vistas a la playa de Benidorm. Lo que es mejorable es el servicio de los camareros, pero es la única pega que pondría. El resto, todo bien.