El Glop

Excelente opción para arroces y paella cerca del centro, no muy caro.

Comida familiar un fin de semana. Respecto a la comida, la carta es apta para todos los gustos. Pocos entrantes. Inicialmente pensé que el precio era algo disparatado, pero se trata de un restaurante en el centro de Barcelona y eso también suele elevar costes. Me llevé una grata sorpresa cuando empezaron a llegar los platos, eran RACIONES ENORMES. No me lo esperaba pero salimos rodando. Todo buenísimo, género bien trabajado y casero. Así que la relación calidad precio me pareció más asequible. Sale a cuenta ir directamente a los platos principales y no pedir entrantes. Respecto a los menú que también había disponibles, no salían nada a cuenta, decepcionada. Solo había 2 segundos para escoger pescado o carne. Entre los dos menú disponibles con costes diferentes solo cambiaba la carne de segundo. Económicamente nos salió mucho más a cuenta la carta. Respecto al local, se trata de un restaurante enorme con muchísimas mesas. Decoración curiosa y cuidado. En cuanto a la atención del personal, varía bastante de unos camareros a otros la verdad. Inicialmente quien nos tomó nota lo hizo a desgana, y mira que éramos una mesa de 14 personas bastante organizadas a la hora de pedir. Posteriormente, los platos llegaron un poco caóticos con los entrantes y lentos. Las bebidas tardaron bastante en llegar, incluso llegó algún entrante antes. A pesar de eso, me gustaría agradecer la atención de Rubén, se notaba que le gusta lo que hace y a pesar de notarse la elevada carga de trabajo, con nosotros fue de 10. Creo que falta personal en dicho local. Comimos por unos 25-30€ por cabeza. Aún así, por la calidad de la comida lo recomiendo. Consejo: Asesorarse antes de las raciones para poder terminarse los platos.

Ambiente agradable, local acogedor, muy buen servicio y muy buena cocina. Los caracoles de escándalo. La carta es de sota caballo y rey pero muy resultona.

Hoy hemos ido al Glop a comer con la familia y no podríamos haber escogido mejor lugar. Nos han podido dar mesa sin haber reservado, la camarera que nos atendió, Daniela, fue atenta, agradable y simpática, en una palabra, una gran profesional, y la comida riquísima, que nos sirvieron muy rápidamente. Los platos son muy completos y buenos, en especial las brasas. Volveremos seguro

Solo pare a tomar un refresco pero me Dan ganas de volver a comer...el trato de los camareros es correctisimo.