Pizzería con una carta muy buena. Buen servicio y precio normal.
Hemos ido 3 veces y estamos pensando ya en volver.
BRUTAL el sabor y la calidad de las pizzas, así como los aperitivos y los postres impresionantes.
Una atención exquisita y amenizada por el propietario, muy atento y cordial.
El ambiente es muy bueno con música italiana que lo hace más acogedor.
Merece la pena que vayáis a probarlo, seguro volveréis.
Lugar tranquilo y buenas pizzas. El trato más que agradable.
Fantástica cena, la pizza buenisima, la masa fina con el grosor justo para que resulte crujiente y esponjosa a la vez y gran cálidas de ingredientes, la pasta al pesto, espectacular, al punto, con ese sabor a albahaca fresca delicioso. La Atención de 10, todo muy rápido además, repetiremos seguro.
Sebastian Fleischhacker
+5
Una experiencia culinaria y de buen trato desde que entras por la puertas hasta cuando te despides.
Las deliciosas pizzas especiales, con masa fina y la simpatía y buenos consejos de Roberto te transportan a Roma.
Ideal para venir en familia. Habían 3 familias el día que fuimos.
Nos sorprendió el espumoso Fragolino y la panna cotta cerró la cena con broche de oro.
Muchas gracias. Volveremos, prometido.
Ambiente muy agradable. Te reciben con una tapa de parmesano y un pan buenísimo. El camarero es muy atento y simpático. Las pizzas están buenas y no hay que esperar mucho por ellas. Volveremos seguro.
Sitio típico de pizza italiana, camareros super atentos y recomendando las cosas más tipicas. Yo tomé una cerveza Checoslovaca buenísima y los demás vino italiano buenisimo.
Tronas para peques.
Es la primera vez que vengo, me lo recomendó un amigo, la pizza excelente, el trato exquisito, relación calidad precio muy buena, sin duda alguna volveré.
La comida es buenísima , y los dueños son súper encantadores . Hemos ido varias veces y la verdad que todo está genial .
Aunque este fin de semana estuvimos en el restaurante , y la camarera que nos sirvió fatal, prepotente altiva y muy descarada . Unas contestaciones fuera de lugar con una borderia desmesurada.
El dueño simpatiquísimo. Fuimos casi a las 16h y aún así nos atendieron con una paciencia infinita. La comida muy buena. La cerveza italiana... muy curiosa.
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