El mejor restaurante griego de la ciudad por descontado! Calidad estupenda, precios asequibles e ideal para en grupo y probarlo casi todo.
El estilo de la mussaka lo han cambiado pero sigue estando de rechupete.
Para volver una y otra vez!!
Comida griega en pleno Raval. Servicio amable y rápido. Precios ajustados y buena comida. Muy rico el aperitivo de bienvenida a pesar de su sencillez. La ensalada, la musaca y el estofado de ternera muy ricos, aunque en este último se agradecerían menos patatas y más carne.
Un local que destaca notablemente respecto a los que le rodean. Más propio de zonas como Sarrià o Gràcia que del Raval.
Aquí encontrarás una propuesta diferente, sabrosa, atractiva y casi diría que hasta excitante. Sólo con leer la carta empieza a apetecerte probar cada uno de sus platos, la mayoría de ellos de sabores muy frescos y curiosos.
Entre esas propuestas interesantes y curiosas, el vino de resina, las albóndigas de calabacín y menta o las de carne, con unas salsas que no te puedes perder.
El Dolmadakia, que no te diré que es, tampoco puedes perdértelo. ¡Ah! ¡Y no olvides pedir el queso rebozado!
Como segundos, las costillas de cerdo y la hamburguesa con patatas se llevan mi máximo respeto, aunque si vas en verano, te recomiendo la hamburguesa porque las costillas son estofadas y sufrirás de calor innecesariamente.
No es el local más amplio del mundo pero el espacio es suficiente para moverte sin problemas. No así las mesas, que resultan un poco escasas para comer con total comodidad, aunque no son excesivamente pequeñas tampoco, pero sí se agradecería un poco más de espacio. Pasa lo mismo con la iluminación, que no abunda.
No puedo poner este aspecto como algo negativo ya que es una cuestión de gusto individual. A mí, personalmente, me gusta comer con más luz, apreciar mejor los colores de los platos y sobre todo, sentirme más cómodo.
En cuanto al servicio, todo el equipo fué súper amable y, en concreto a nosotros nos sirvió una chica delgadita con tatuajes, súper amable y atenta. No pasó un segundo desde que terminábamos un plato hasta que llegaba el siguiente y nos retiraba los vacíos.
Sin duda todo un hallazgo en medio del raval, que resulta, además de inesperado, gratificante.
Sin duda, volveremos.
Era mi primera vez en un griego,muy buena la comida,la mermelada de cereza brutal,la musaka la mejor que probado,buen precio y atención, había música en directo lo que lo.hizo todo increible, volveré
Fuimos con amigos y la verdad comimos de 10. Los platos son abundantes y sabrosos. Honestamente no me acuerdo los nombres de los platos pero estaban todos muy ricos y se pueden ver en las fotos que dejó aquí. Los hummus estaban buenísimos. La musaka es espectacular. Hasta comimos postres que también estaban excelentes. La atención ha sido muy buena, nos atendieron súper rápido y muy amablemente. Súper recomendado
José Antonio Fernández Menino
+5
Nuestra experiencia en el restaurante griego fue simplemente excepcional. Desde el primer bocado hasta el último sorbo, quedamos impresionados por la autenticidad y el sabor de la comida. Probamos la moussaka, las ensaladas surtidas, el yogur griego y las albóndigas de calabacín, y cada plato era una delicia para el paladar.
La cerveza griega que acompañó nuestra comida fue el toque perfecto. A pesar de que la ubicación del restaurante podría no ser la más pintoresca, la calidad de la comida y el servicio hicieron que esa preocupación pasara a segundo plano. En ningún momento nos sentimos inseguros.
El personal del restaurante fue amable y atento, y nos hizo sentir como en casa. Si buscas una experiencia culinaria auténtica y deliciosa en Barcelona, este restaurante griego es una elección ganadora. ¡Una comida para recordar!
Estupendo restaurante Griego, con amplia variedad de platos típicos de Grecia, sin olvidar las olivas kalamata que me encantan. Buena calidad de los productos y una gran rapidez en el servicio y con amabilidad. Buena relación calidad por precio. Recomiendo pedir hora para tener la seguridad de comer allí. Están en el Raval, cerquita de la rambla del mismo nombre.
Restaurante griego en el corazón del barrio del Raval. El local es de estilo industrial lo cual en cierta manera se agradece ya que no es el típico local kitsch griego. Me gustó mucho. No soy muy fan de la comida griega pero he de decir que todo estaba muy muy bueno. Las porciones son pequeñas, pero se pueden pedir tranquilamente varias porque el precio está bien. Nosotros éramos 6 y con dos botellas de vino pagamos 24 € por persona, lo cual lo hace muy asequible para los días que corren. En la carta se recomiendan las albóndigas de calabacín, que ciertamente están riquísimas, pero ojo que las albóndigas de ternera están tb espectaculares y yo las recomiendo. La musaka tal vez me decepcionó un poco. Si bien de sabor es muy rica, me recordó más bien a una lasaña. Finalmente decir que el servicio es muy bueno y en todo momento super amable y atento.
Mi primera visita a un restaurante griego y la verdad que muy contento. Muy buena atención, la persona que no atendio nos guió y aconsejo muy bien y hay que decir que los platos fueron un exito.
El local no es muy grande, pero el ambiente era tranquilo y relajado.
Muy muy recomendable.
Fuimos un grupo de 8 y pedimos menú degustación. Todo estaba delicioso y los camareros muy amables. Después de cenar seguimos de tertulia en la mesa con unos mini gin-tonics.
Repetiré, ¡muy recomendable!
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