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Reseñas Recientes
La materia prima era muy buena y los platos muy innovadores; pero la comida en general nos pareció no estar a la altura del precio. Sin embargo, damos una buena valoración gracias a los postres que nos sorprendieron muy positivamente. Todos los postres que probamos estaban exquisitos, y volveríamos por comerlos de nuevo. La estrella: el cheesecake. El trato recibido fue muy bueno, con servicio muy agradable y atento.
Es un restaurante especial (se encuentra actualmente entre los 50 mejores restaurantes del mundo) y con tapas especiales... La materia prima con la que se hacen los platos es excelente y hasta el vino más barato de la carta es muy recomendable. No os perdáis en la tapa de foie y la codorniz y en temporada de otoño. Sin embargo, para nuestro gusto algunas tapas tenían demasiado gusto a cilantro cuando se usaba este producto. El día que fuimos (6 de octubre de 2018) tenían en el aire acondicionado demasiado fuerte y la música demasiado alta... Otro punto a mejorar es la higiene de algunos empleados (no queda muy bien ver a los cocineros/camareros cómo fuman cuando sales a la calle)... Respecto al local diríamos que los lavabos son mejorables (no había toallas, al menos cuando yo fui, deberían ser más cuidadosos al reponerlas)... Volviendo a lo positivo diría que el local es original y el concepto gastronómico hace que el comensal disfrute...los camareros conocían muy bien la carta y se portaron de una manera fantástica (fueron muy muy atentos), además de disfrutar de una carta muy variada... Es un lugar para dejarse llevar por los sentidos! Respecto a la repostería, todo positivo y nos adelantó nada, tan solo un consejo...en la sala de tomar los postres en la zona de postre...Si pudiera volvería a Tickets... sin dudarlo!
Sus empleados son muy amables, nuestra camarera Davinia nos trato de 10 muy atenta en todo momento. Elegimos la opción de la comida que Davinia nos quisiera poner (Sorpresa) y la verdad que todo estaba muy bueno y muy elaborado. A la hora de tomar el postre el lugar es muy bonito la verdad. Y lo que más nos encanto es que el chef dueño del restaurante Albert Adriá apareció y nos trato de 10. Volvería con los ojos cerrados. Lo recomiendo al 100%, muchas felicitaciones.