La comida es deliciosa. Pedí los calamares sobre el arroz negro y estuvieron fantásticos. Fui sola y nunca deja de aprenderme cómo cambia el servicio cuando ven a una mujer cenando sola, no fue mal servicio, pero fue extraño.
Quiero compartir mi increíble experiencia en El Salón, en Barcelona. Desde el momento en que llegamos, nos recibieron con una atención exquisita, haciéndonos sentir como si estuviéramos en nuestro propio salón de casa. El trato personalizado fue excepcional, especialmente considerando que éramos un grupo de 20 personas. Todo estaba preparado con amor y dedicación, y cada detalle fue atendido al momento.
En cuanto a la comida, tuvimos la suerte de probar platos que nos dejaron sin palabras. El pato confitado fue una delicia, con una carne tierna y sabrosa que se deshacía en la boca. El cordero también fue espectacular, con un sabor intenso y una textura perfecta. No puedo dejar de mencionar la lubina, que estaba fresca y perfectamente cocinada.
Pero no se equivoquen, toda la carta de El Salón está exquisita. Cada plato está cuidadosamente elaborado, respetando la auténtica cocina catalana. Sin embargo, dos postres se destacaron por encima de los demás. La crema catalana era simplemente deliciosa, con una textura suave y un sabor equilibrado. Y la torrija fue una verdadera maravilla gastronómica, con su pan caramelizado y su interior tierno y lleno de sabor.
Espero tener la oportunidad de volver a El Salón en más ocasiones, porque todo el equipo es verdaderamente increíble. Su amabilidad y profesionalismo se reflejan en cada aspecto de la experiencia gastronómica. Si desean probar un restaurante en el casco medieval de Barcelona, que ofrezca auténtica comida catalana con un toque de amabilidad y tranquilidad, les recomiendo encarecidamente visitar El Salón. No se arrepentirán.
Restaurante muy bonito, no muy grande el interior y muy acogedor donde fuimos a cenar. Cenamos 5/6 platos a compartir entre mi pareja y yo y la verdad que acabamos encantados. Por poner algún pero, diría que el postre de pastel de queso... Era regular, aún así, todo estuvo muy rico y el trato del personal fue excelente.
Seguro que algún día volveremos.
Muy buen descubrimiento en el barrio gótico de Barcelona. El local estaba bastante lleno así que nos ofrecieron comer en la terraza que resultó ser un espacio compartido con otro local en una plaza pequeñita a unos 60 metros del restaurante, fuimos 2 parejas y pasamos una velada muy agradable. La comida estaba realmente muy bien cocinada y tenía un sabor buenísimo! Comimos todos muy bien, para repetir. El camarero que nos sirvió fue súper atento y para cómo estaba de lleno el local, tampoco tardaron demasiado tiempo en traernos la comida. Muy bien todo!
Muy bien, pequeño, muy agradable y tal como su nombre indica es como si estuvieras en el salon de tu casa. No lo recomendaria para grupos grandes porque las mesas no creo que se puedan juntar mucho, pero para 2, 4 o 6 personas, fabuloso. El servicio sensacional y la comida, fantastica, un verdadero acierto. Volveremos.
No sólo es la comida, que es excepcional. O la carta de vinos, estupenda. Ni el precio, que es justo. Es el trato, el cariño con el que te atienden. Y el lugar, tranquilo -aunque cuando se llena, es una pequeña jaula de grillos....pero qué sitio pequeño no lo es?-, elegante, sobrio. Un 10!!! Recomendable 100%
Bonito sitio por las callecitas del barrio gótico. La carta es distinta a la de otros sitios del estilo. No obstante, esa originalidad se traslada en que algunos de los platos mezclan productos que hacen que el resultado no acabe de encajar.
El servicio fue atento y amable.
Carlos Campoverde Sánchez
+5
Un excelente lugar para disfrutar una cena romántica, pese a no tener reservada una mesa nos ayudaron amablemente. Todos los camareros fueron amables y los platillos de lujo. Recomiendo el helado de queso. Para finalizar nos ofrecieron una copa de champagne de cortesia ya que estábamos de celebración. Super recomendado
Muy recomendable, todo lo que pedimos (hamburguesa con salsa de pera y queso azul // Cordero deshuesado con salsa de mermelada y vino tinto) estaba buenísimo!!!
Local en el barrio gotico muy coqueto. Ambiente intimo y relajado.
Servicio muy rápido y atento.
Calidad-precio.
El pato estaba buenísimo, las ensaladas y el pastel de queso.
Lugar idoneo para ir en pareja o con amigos.
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