Fonda Can Portell

Buen restaurante para comer, muy cerca de la Estación de Sants, a 5 minutos. Local decorado con buen gusto. Personal amable. Pedí un cambio de mesa, y no pusieron problema. Carta variada, con bastantes platos típicos catalanes. El único pero fue que la terrina de crema catalana, que estaba muy buena, tenía poca cantidad. Volveré.

Fuimos a probar el Menú y lo recomiendo,la cantidad y cantidad es buena ,pongo 4/5 porque me esperaba que el fideua sea de mariscos y no de carne pero aún así estaba muy bueno y lo recomiendo,la sopa le pongo 5/5 los calçots 3/5 (para mi gusto faltaban hacer por dentro)pero la salsa romesco buenísima ,el postre también bien ,la atención fue correcta por parte del camarero,el lugar es muy elegante y bonito.En Resumen lo recomiendo y volveremos 😁👌💯👍

Escogimos el menú de la fonda muy completo y los precios ajustados a la calidad de los productos. Entrantes: croquetas de pescado y marisco, gambas al ajillo, anchoas de la Escala y chipirones a la andaluza, plato principal : arroz caldo de postre crema catalana. El servicio es muy agradable y atento. Un lugar muy recomendable.

Fuimos 5 personas y nos pusieron cerca de la entrada. Solicitamos cambiar de mesa y nos complacieron. Mas que nada, no me gusta comer enfrente de un ventanal, cosas personales. Pedimos el menú de la fonda. Todo, brutal de bueno y servicio en especial las croquetas de pez y marisco y el bacalao a la mussolina de ajos sobre lecho de pisto, un plato muy recomendable incluso para las personas que no le agradan el pescado en general. Atención y servicio al cliente muy, muy, muy buena.

Muy buen sitio para comidas típicas catalanas. Elegimos un menú del día, al que yo no soy nada propenso pero del que leí una buena crítica. Y he de decir que excelente. Unos caracoles a la llauna, con extra de pago, sensacionsles en una ración enorme. Una berenjena muy curiosa ahumada con piñones y reducción de vino plena de sabor y, para remate, una fidegua negra con trozos contundentes de sepia. De postre una magnífica tarta - helado de manzana y canela y una correcta crema catalana. Dos cafés, dentro del menú, y una cerveza, did aguas y un rosado Bach nos llevaron a 65 euros. Un precio por pareja ya desconocido para mí. Servicio cordial y agradable y ambiente sencillo y cordial. Sin duda volveremos a por los calcots

Un RE-DESCUBRIMIENTO MARAVILLOSO. (Ahora explico el porqué) Llegó la temporada de Calçots y justo mi mujer buscando por internet encontró este local que además esta ubicado proximo a nuestro domicilio. Ambos nos sorprendimos del nombre ya que durante años habiamos visitado "La Masia Can Portell", ubicada en la montaña del tibidabo y que hace un par de años cerró para pena de muchos de sus habituales. Ella reservó menut de Calçots para dos y para allí fuimos a la hora indicada ya que hacen 2 turnos de comida cuando es temporada de calçots. Mentar que tuvimos la mala suerte de que las personas de la mesa que nos correspondia ocuparon más tiempo del indicado, pero esto no tiene nada que ver con el local sino con las malas actitudes de ellos en cuestión. Cosa que me causó malestar porque encima eran 2 personas en silla de ruedas, que además viendo nosotros que hasta en 2 ocasiones les indicaban una vez finalizado todo que tenian que dar paso al segundo turno (así lo indica en la reserva), se quedaron ahí de forma maleducada y egoista, quizás algo provocado por la ingesta de vino en exceso. Destacar que el dueño salió a pedirnos disculpas y nos indico que no podian hacer nada, pues tenian todo lleno y esa era nuestra mesa. Todo un detalle a destacar más incluso que le mal comportamiento de algunos. Salvo este momento de cierto malestar que como digo nada tiene que ver con el local sino con los malos habitos de gente impresentable entramos y nos sentamos. Al momento nos volvió a visitar el dueño y nuevamente nos indicó que disculparamos la situación, todo un detalle que nos hizo cambiar el malestar generado por dichos usuarios y poder entomar el disfrute de nuestra comida con otra actitud. En ese momento aproveché para preguntarle por el nombre del local y el mismo me indicó que los dueños de La Masia Can Portell eran sus padres y que los hijos habian montado la presente Fonda Can Portell, así que ya veiamos que el exito iba a estar asegurado pues como decimos eramos asiduos a La Masia y disfrutar de una brasa tradicional y de platos tìpicos es algo que nos encanta. Todo fué genial, el trato, la comida deliciosa y en definitiva una experiencia no solo recomendable, sino obligatoria si te gusta la comida cassolana catalana, la brasa y estos típicos platos de nuestra tierna en un entorno familiar y agradable. Ya tienen nuevos fijos, no solo por el trato y la forma de actuar que fueron exquisitos sino por habernos traido al lado de casa algo que desde hace años habiamos disfrutado en La Masia Can Portell.