Maur Muntaner

Probamos el menú calçots y nos pareció bastante completo y acorde. El local es amplio pero tiene tantas mesas que es dificil caminar para ir al lavabo o salir del local, ademas del ruido y la dificultad para lograr la atencion de los camareros...entiendo la importancia de rentabilizar el espacio pero si es a costa de la comodidad de los comensales puede ser excesivo.

Maravillo restaurante que en temporada de calçots ofrece un menu de 37€ con el que casi comen dos personas: 1/2 litro de vino, rebanada enorme de pan tumaca, ración de deliciosos calçots, alcachofas a la brasa, butifarra negra, blanca, cordero acompañados de alubias, además de postre a elegir, en mi caso crema catalana. Una maravilla todo y un servicio muy amable en un local elegante y muy acogedor. También tienen pizzas muy buenas.

Es probablemente uno de los mejores restaurantes a los que he ido en Barcelona. El servicio y el ambiente fue impecable, la comida estaba exquisita y, en cuanto a la relación calidad -precio, muy coherente y asequible. RECOMENDACIÓN: nos enamoramos de la Pizza Trufada y los Calçots estaban de muerte. EXPERIENCIA: éramos un grupo de 6 personas, así que pedimos para compartir (no cogimos menú). Con 4 tapas y dos platos, nos sentimos satisfechos. En total, salió a 15 por persona... ¡Un precio ideal para la calidad de los platos y el servicio!

Fue una muy buena experiencia culinaria y de servicio. He comido otras calçotadas pero esta estaba muy bien, su plato principal, la parrilla de carnes y embutido, estaba sabrosa. De primeros además de los calçots, tienes alcachofas y pan con tomate. Si pides vino te dan una botella que son como 3 o 4 copas y la sangría viene en vaso grande. La crema catalana también estuvo rica. En el voucher de la cuenta sale el nombre de Mónica, no sé si es exacto el nombre de la camarera, pero destacar su servicio y amabilidad, nos explicó todo con mucho detalle, fue muy simpática. Seguro volveremos para más platos que quedan por descubrir.

Cenamos 2 personas y estuvo muy bien. Compartimos una ensalada, unas berenjenas para picar, y un sable. La carta es extensa y apetece volver para probar el resto, ya que la carne del sable resultó estar muy buena. Disponen de comedor interior con bastantes mesas y unos 4/5 mesas en el exterior (en la calle)