Veraz

Me ha encantado el brunch que hacen los domingos. Mimosas y cava ilimitados además de un vermut de bienvenida, que por cierto está espectacular!!! Recomiendo pedir los huevos benedict con salmón y el brioche de ternera, buenísimos. Tienen música en directo, y un servicio de 10 por parte de todo el personal.

Cocina de mercado honesta y enfocada en el producto. Ingredientes frescos locales y de temporada. Disponen de una extensa carta de vinos en colaboración con el premiado sumiller catalán David Seijas. El "vermut" tinto hecho a medida para The Barcelona EDITION Donzell Rojo Veraz de Padró i Família, disponible en el Veraz. Actuaciones acústicas en directo de artistas locales todos los viernes y sábados a partir de las 20:30H, evento al que llaman "Local Sounds”. Tienes la descripción de los platos que degustamos en el reel. ¡No te pierdas sus patatas bravas, premiadas!

Experiencia sublime! El lugar es elegante y con un ambiente que llama a la tranquilidad. Los platos son extraordinarios, especialmente los del chef Xavier Pellicer y la atención del personal es lo que más puedo destacar. Luego de comer puedes tomar un café o cóctel en la terraza y disfrutar de la espectacular vista. Sin duda repetiré!

Fuimos al brunch con el menú de 35 euros. Puedes elegir de un menú con bastantes opciones 2 platos, cafés y mimosas son incluidos. A mi me ha gustado las opciones, mi pedido buenísimo. Las mimosas eran algo “reguladas”, solo durante un cierto periodo de tiempo y no es que pasaban muy a menudo. Pero nos han avisado que al terminar de comer ya no podrías pedir más, aunque eso no estaba claro antes de la reserva, por eso no doy un 5. El precio no está mal pero para mi que no he bebido por ejemplo, es un poco más caro que los brunchs habituales.

Fuimos a cenar para San Valentín y puedo asegurar que superó todas nuestras expectativas. El lugar muy acogedor y con un ambiente relajado. Había música en directo para acompañar la velada. El menú fue copioso y muy sabroso. Estaba todo riquísimo pero destacaría sin duda por el contraste de sabores el rodaballo con risotto de remolacha, queso azul y peras asadas... simplemente delicioso. El meloso de ternera con puré de boniato, chalotas y castañas era de otro mundo.... de lo mejor que me he comido en mucho tiempo. Lástima que estos platos no estén en carta aunque aún y así y tras esta maravillosa experiencia, volveremos otro día para degustar otros platos de la carta. El servicio y atención de los camareros, de 10! Gracias a David, quien fue nuestro camarero durante el servicio y al resto del equipo por esta fantástica noche!

Lo primero que sorprende es el espacio, muy bien decorado. Las mesas estan bastante separadas dando sensación de intimidad. La comida fué excelente, las raciones son pequeñas por lo que el precio es un poco excesivo. El espectaculo fue pobre, y las actuaciones no fueron seguidas. A las 11:30 el restaurante se trasnformo en una discoteca con la música a tope y sin luz, por lo que la sobremesa fue impossible