Taberna Del Cura

Lugar agradable, curiosa su decoracion, la cocina abierta al público, Lo mas importante la comida muy buena,las croquetas cremosas, el asado de ternera gallega, Platos que no están nada mal, a primera vista dices caro, al final ves que vale su precio. Por poner un solo pero y no es a la comida es que depende donde te sientes al tener la barra al lado tienes a los camareros pidiendo la comida a los cocineros y es un poco molesto por eso le bajó una estrella. A parte de esto es un sitio para repetir.

Buen restaurante tanto en la calidad de la comida , como los salones y su decoración . Fuimos entre semana y disponen de 2 menús uno de 18.50 y el otro sobre 26€ , realmente ambos son exquisitos, las cantidades son espléndidas . El servicio muy atento y agradable : El sr Jesús encargado de sala, nos enseñó el barril de sidra del que puedes servirte cuanto quieras a 10€ , muy servicial y simpático .

He vuelto a la Taberna del Cura por tercera vez y, una vez más, ¡no me ha decepcionado! Este restaurante es un clásico que nunca falla. ¿Por qué? Porque se come con productos frescos y de proximidad, de alta calidad, con opciones de tierra y mar. No podría darles una puntuación porque siempre que voy, ¡todo es excelente! En la tabla de ibérica, no hace falta decir lo buena que estaba. Las zamburiñas estaban perfectas en su preparación clásica, el pulpo a la gallega estaba en su punto perfecto, las alcachofas fritas eran ligeras y sin nada de grasa, y terminé mi experiencia con un entrecot y una merluza que me dejaron satisfecha entre tierra y mar.

Hacía años que no pasaba por ahí y la verdad es qué tenía un grato recuerdo del restaurante. Me alegro de haber vuelto y repetiré. Servicio correcto, comida espectacular y el precio más que razonable. Si tuviese que poner algún pero, sería por falta de privacidad entre mesas, pero lo equilibra lo antes mencionado. Volveré seguro.

Hacía años que no comía en este restaurante y me ha sorprendido gratamente ver que sigue siendo TOP. El servicio muy atento y rápido, el ambiente muy cálido y acogedor. Y la comida espectacular. Probamos las alcachofas fritas, los huevos revueltos con patatas al horno y chorizo y las croquetas cremosas, todo buenísimo. Y hay que guardarse un rincón para los postres, que te traen una bandeja con una muestra de todo lo que te ofrecen y realmente cuesta mucho decidirse.

Es un magnífico restaurante sobre paseo de Gracia, muy cerca de la estación Fontana del Metro línea verde. Variado menú, excelente atención y sobre todo un mágico clima y ambientación. He ido un par de veces en distintas visitas a Barcelona y siempre la hemos pasado muy bien. No es barato pero en relación a la calidad los precios son buenos. Inolvidable. Recomendable al máximo.