Viduca Bar-restaurant

Llegamos dos personas sin reserva, de nuevo guiados por las buenas reseñas. Es un restaurante de los de toda la vida, sin reformar. Si no hubiera mirado reseñas, así viéndolo desde la calle, igual no habría entrado. El encargado, Joan, nos preparó una mesa enseguida. Joan es la amabilidad personificada. Tranquilo, atento, disponible, profesional, muy cercano. Nos explicó la extensa carta. Comida tradicional pero con un toque de sofisticación q la hace aún más interesante. Todo apetece! Raciones generosas. Vajilla moderna. Local tranquilo, sin música ambiente (gracias, universo!) Disfrutamos mucho todos y cada uno de los platos. La torrija, de otro mundo. La mejor q he probado en toda mi vida. El #yosolocafejoan, estratosférico. Volveré, sin duda. Pero ya!

Siempre se superan, crean platos nuevos de acuerdo a la temporada que ofrecen un abanico de texturas,sabores y contrastes. Todo muy bueno, deja un espacio para los postres que están fenomenales. El talento de los dos hermanos se complementa a la perfección, uno al frente del área de la atención al cliente y el otro dando rienda suelta a su gran creatividad y conocimiento gastronómico a través de cada uno de los platos que componen la carta y los menús especiales. Utilizan productos de calidad y los precios son accesibles. Siempre quedan ganas de volver a visitarlo.

En una escala de 10, es un 12. Tras muchos meses queriendo ir, por fin hemos podido aprovechar el domingo mediodía para hacerlo. Calidad - precio excelente. Comida a la carta muy variada, mas teniendo en cuenta que el comedor es pequeño. Atención exquisita y platos sublimes. Gran surtido de platos de temporada, cuidando cada detalle Solo puedo recomendar ir y probar. Y no os dejéis engañar por las apariencias. Tras lo que parece un restaurante de barrio sin más, se esconde un verdadero templo para el paladar. Gracias por todo y hasta pronto