Agut

Me ha sorprendido. Soy muy exigente con la paella y me ha gustado (8 sobre 10). Según me han dicho, la hacen con brasas de carbón lo que le da un sabor especial. El arroz en su punto y muy sabroso. A mejorar la calidad del marisco pero a 19€ la ración, no se puede pedir más. Servicio eficiente. Volveré

Restaurante con gran tradición y autenticidad. Fuimos a comer cinco un fin de semana y nos encantaron varios platos: La paella marinera (de las mejores que he probado, un 10), las flores de alcachofa (super gustosas), la xatonada y la pasta fresca con gambas y ajo. Todo muy sabroso. Precio acorde al producto. Unos 30€ por comensal, un poco mas caro que un menú de fin de semana.

Restaurante veterano ya, es del 1924,en el barrio Gótico de Barcelona, ahora con cambio de dirección, había estado antes y era de más categoría, pero se come muy bien y en abundancia, la paella de marisco está deliciosa, una de las mejores que he probado, muy buen servicio a pesar de que fuimos un dia de muchisima concurrencia. Hemos vuelto y hemos vuelto a quedar satisfechos, el servicio continua destacando y la paella genial, aunque nos ha parecido un poco mas reducida.

Curioso restaurante centenario. Amplia carta y platos excelentes. Las croquetas estaban exquisitas. Recomiendo los caracoles y las múrgolas (colmenillas). La decoración está muy cuidada, los cuadros de estilo cubista le dan un toque bohemio. Un lugar para disfrutar de comida tradicional catalana en un espacio que conserva su historia.

Restaurante que data del 1924 en pleno barrio antiguo de Barcelona que te sorprenderá por la buena elaboración de sus platos. La relación precio-calidad es excelente. Ambiente agradable, servicio de buen trato, rápido y profesional, no sabría como mejor recomendártelo. Date un capricho y prueba su cocina cuando tengas ocasión!!!

Todo excelente! Comida catalana , sabrosa y cantidades generosas. Servicio amable, atento y rápido. El ambiente familiar y local! Pedimos croquetas de rabo toro con trompetas de la muerte, canelones y rovellons. De segundos las albóndigas con langostinos y la espalda de cabrito. Quizás con 1 entrante menos o un segundo menos habríamos terminado bien saciados.

El local llama la atención, pinturas en todas sus paredes, y unas arcadas y mobiliario que le dan un aire bohemio. El trato es muy bueno y la clientela parece la habitual, muchos son conocidos en el local. Tiene un menu de 18 o 20 euros, de buena elaboración, incluyendo postre o café, muy recomendable. Comi de entrante unas hermosas croquetas, dos, de queso, una berenjena rellena gratinada y presa de segundo, hubiera querido probar el tiramisú, pero ya era suficiente, un 9. Trato muy bueno, a tope el local, yo haría reserva.