¡Amé este sitio! Tuvimos la suerte de sentarnos en la terraza (aún hacia buen tiempo y un poco de calor) y fue un gran acierto.
La comida estaba deliciosa y la Presentación era inmejorable.
El trato muy bueno.
¡Volveré, seguro, cada vez que vaya por la zona!
Fuimos en septiembre. sin querer nos topamos con él y la experiencia una delicia . Un sabor una calidad ..... Comimos croquetas mixtas, un salmonete de la zona sobre cama de arroz , tarta de queso al horno ....todo espectacular. Repetiremos seguro
Lugar muy acogedor y servicio muy atento, la carta está enfocada a los arroces pero también hay varios entrantes y te ofrecen pescados frescos del día y algún fuera de carta. Pedimos las patatas con mousse de rey Silo y praliné, entrante muy recomendable donde la gracia está en el contraste del praliné con el queso, ideal para compartir. Después un par de arroces, el de pulpo con papada ibérica y el negro, los dos muy bien de punto y con buen fondo. Te ofrecen varios postres en mesa, probamos la lemon pie y correcta. Para dos personas con hambre recomiendo un entrante y un par de raciones de arroz, aunque si sobra te lo puedes llevar.
El restaurante tiene una amplia cristalera con vistas a la playa y un pequeño aparcamiento delante que suele estar lleno, aunque hay un camino siguiendo de largo donde aparcamos en la cuneta como más clientes. También hay un aparcamiento público grande a 2 minutos andando.
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