De camino a pasar unos días en Donostia decidimos pasar a comer; el día 04/08/2023, previa reserva por este fantástico restaurante.
El entorno natural donde está ubicado el pueblo de Larraul sorprende por lo espectaculares paisajes.
La comida increíble, nosotros tomamos el menú de degustación Zirta. No me quedo con ningún plato en particular ya que todos los que incluye el menú son espectaculares.
El personal muy amable y atento.
El restaurante es pequeño pero muy bonito y acogedor.
Sin duda volveremos
Un Ostatu de fábula. Comimos un menú especial y no nos defraudó!!! Un menú muy completo con un solo fin, producto local, de calidad y la BRASA. Todo está cocinado a conciencia, con mimo y con su toque de brasa que no te dejará indiferente. Un servicio de camareras muy muy bueno, con explicación de cada plato como si estuvieras en un restaurante de Estrella Michelin.
El comedor es pequeño pero muy muy bonito y agradable de estar con unas vistas impresionantes a la naturaleza. Desde luego que es una parada obligada si vas a conocer el pueblo de Larraul. Entre semana disponen de menú del día, muy elaborado a un precio más económico. Fin de semana menús especiales y carta. No dudéis en venir a probarlo.
Por cierto, una mención muy especial, no dejéis de probar las diferentes salas que elaboran con su toque a brasas, una delicia.
El pequeño local está lleno de detalles integrados desde el km 0 del entorno, las mesas son espaciosas y suficiente separación entre ellas para lograr un ambiente discreto.
El servicio es de 10, la atención es cercana, afable y perfecta disponibilidad. Aunque hemos ido en familia, me parece un sitio perfecto para ir a celebrar algo en pareja.
Relación calidad precio muy buena. La comida gira siempre en torno a la brasa. Destacamos la zamburiña como exquisitez y de los postres, todos buenísimos, impresionante la tarta de queso. La mejor que hemos probado nunca.
Dispone de dos menús degustación, el hernio (35€) y otro más completo, el zirta (48€). Creemos que merece la pena el zirta.
Hemos venido a celebrar un cumpleaños, y hacía mucho tiempo que no comíamos tan bien. Todos los platos muy bien cuidados, con mucha calidad y un sabor con toque a brasa alucinante. Volveremos segurísimo. Nos ha encantado a todos. Además hemos tenido un trato súper cálido por parte del staff
Repetimos en este fantástico restaurante para probar su nueva carta. Dos menús degustación para disfrutar de sus platos más emblemáticos cocinados a la brasa. Espectaculares las alcachofas y q decir de esas carrilleras q se deshacen en la boca. El servicio impecable y el comedor con un nuevo aire muy acogedor. Volveremos seguro.
Ha sido una experiencia magnífica. El personal es muy amable, cercano y profesional. Me ha encantado que que nos explicaran la historia y características de los platos. La comida está riquísima y elaborada con mucho mimo. Hemos pedido el menú de degustación Zirta y ninguno de los platos nos ha dejado indiferente, ¡qué maravilla! Alta cocina a un precio nada caro. El salón está decorado con mucho gusto y me parece un gran acierto que haya bastante separación entre las mesa para estar tranquilos. Considero que es un sitio estupendo para una velada romántica. Nosotros fuimos con niños y también estuvimos muy a gusto, dispone de menú infantil. Tiene una carta de vinos muy cuidada y original.
Seguro que volveremos.
Sencillamente genial, todo fantástico, unas vistas espectaculares, una muy buena atención y una comida excelente, hoy he probado el menú del día y no sabria decir que plato me ha gustado más. Sin dudarlo volveré cuando este por la zona. Se ha convertido en uno de mis restaurantes favoritos. Muy, muy recomendable.
La comida estaba exquisita, y fueron muy amables al atendernos a pesar de que estaban cerrando la cocina.
Nos ofrecieron los platos que les quedaban, pero nos hubiera gustado conocer los precios.
Entendemos que la calidad de la comida, las vistas y el maravilloso trato justifican el precio, pero en nuestro caso habríamos pedido un plato menos, como la merluza, que nos costó 35€ y la tuvimos que dejar a medias. Eso sí, te la preparan en la mesa.
La ensalada de tomate nos costó 12 euros y los chipirones (que estaban alucinantes) otros 12.
En general lo disfrutamos mucho y estaba todo muy rico, una pena habernos tenido que dejar parte de la comida y el susto de la cuenta.
Una auténtica experiencia gastronómica. Todo riquísimo y preparado con mucho mero y cuidado. Además está bien de precio considerando que los menús de degustación se suelen ir por las nubes.
Desde la propietaria Lorena que es un cielo, nos explico el por qué de algunos platos, el como y de donde provenía la materia prima, etc
Sabor auténtico de los muy diversos platos, en un entorno rural muy bonito.
Total un acierto y muy muy recomendable
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