Restaurante sencillo con vistas al mar, pequeño pero muy acogedor, apenas hay 10 mesas.
Parece un negocio familiar que lo lleva una señora muy amable y diligente. Vimos las reseñas y parece que las paellas es lo más destacado y recomendable pero ya habíamos comido el día de antes así que nos decidimos por una fideuá negra que estaba espectacular.
De entrantes, unas croquetas caseras variadas unas de jamón y otras de bacalao muy ricas también.
Los postes son caseros, nos decantamos por un pastel de crema de mojito y queso que me estaba increíble. Y unos cafés muy ricos también. 100% recomendable la experiencia
Restaurante con terraza en frente del mar, muy apacible, personal muy amable y profesional. Pedimos el arroz caldoso con carabineros y rape (de 10!!!) y media racion de navajas para dos, y una botella de Yaiza. Salimos a 50€ por cabeza, pero vale cada euro pagado. Tambien es importante que la camarera te aconseja en cuanto a las cantidades, para que no te pases! Totalmente recomendable!!
Restaurante pequeño y acogedor con unas vistas al mar maravillosas, el trato del personal es cercano, amable y encantador. Comimos un arroz negro inmejorable ( 5 dias en la isla, y es la mejor comida hasta ahora), destacar también el alioli casero que estaba delicioso. Sitio al que volveré siempre que venga a Lanzarote.
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