Cafe Del Puerto

Les cuento que este lugar brinda un servicio de restaurante por lo que normalmente debes consumir y yo llegue fuera de este servicio y aún así fui recibido muy bien con un trato excelente el propietario me explicó todo su servicio y como consistía este, las ofertas que tenía y conversamos un poco, el lugar tiene un ambiente muy agradable y con una excelente vista a los barcos, recomiendo este lugar para pasar una excelente tarde

Sitio que no te puedes perder! Super recomendable comer aquí, Ernesto, el camarero, es un encanto y su mujer que está a los mandos de la cocina tiene una mano increíble para la cocina! Arroz negro riquísimo y un barraquito para tomarte 3 seguidos... Comiendo aquí te sientes como en casa, además de tener una calidad/precio inmejorable. Volvería sin dudar

Wir waren zu viert und freuten uns auf das Essen. Leider hatten wir einen sehr windigen Tag erwischt, es zog durch alle Ecken, die Planen hielten den Wind auch nicht ab. Der Service war schnell und sehr freundlich, das Bier hat geschmeckt. Wir hatten die Fischplatte für 2 Personen, für 20 Euro. Die Pommes frites die wir dazu bestellt hatten, waren knusprig. Leider waren wir von der Fischplatte enttäuscht. Die Tintenfischringe und Sardinen waren nicht knusprig, die kleinen Fische, haben dermaßen nach Fisch geschmeckt, das der Geschmack schon nicht mehr angenehm war. Nun ja man sagt ja das Fisch nicht nach schmecken oder riechen darf, denn dann ist er nicht mehr frisch. Der Appetit und Geschmack sind ja verschieden, aber da es bei unseren Freunden genau so war, ist uns die Lust auf Fisch erstmal vergangen. (Traducido por Google) Éramos cuatro y estábamos ansiosos por comer. Desafortunadamente tuvimos un día con mucho viento, sopló en todos los rincones y las lonas no protegieron el viento. El servicio fue rápido y muy amable, la cerveza estaba deliciosa. Comimos un plato de pescado para 2 personas por 20 euros. Las patatas fritas que pedimos estaban crujientes. Lamentablemente nos decepcionó el plato de pescado. Las anillas de calamar y las sardinas no estaban crujientes, el pescado pequeño sabía tanto a pescado que el sabor ya no era agradable. Bueno, dicen que el pescado no debe saber ni oler así, porque entonces ya no está fresco. Los apetitos y gustos son diferentes, pero como a nuestros amigos les pasaba lo mismo, por el momento perdimos las ganas de comer pescado.