La atención telefónica prestada , fue buena , al igual que la chica que nos atendió en la mesa . La sidra de denominación de origen Piñera , muy rica [ aunque escanciada , con un tapón de plástico , es horrible , no sé cómo se atreven a ofrecerla y a cobrarla a ese precio ] , que menos que tuvieran un barreño para poder escanciarla . El pan [ horrible , el bollo venía caliente y se desmoronaba todo ] . Un gratinado de setas [ era como un cachopo , llevaba setas , jamón , pimientos , patatas panadera y queso , fundido en cima , pero no tenía sabor a nada , no deben de tener ni sal ni especias , para darle un poco gusto a los platos ] . Unas croquetas [ ricas de jamón , aunque no te encuentres ni un trocito , pero bueno no las hacían ellos , son de una empresa externa ] . Unos champiñones al estilo ......[ Que decepción , el picadillo no tenía ni pimentón , ni dulce ni picante , no sabía a nada y los champiñones estaban oxidados de tanto fuego , sin duda con patatas panadera y con una salsa , que decían de Cabrales , aunque era nata , con sucedáneo de Cabrales , porque no tenía ni sabor a tal queso ] . El café rico . Y agradeciendo por el licor de la casa [ estaba bueno , ya podían poner un poco de énfasis en hacer los platos , como el licor ] . La verdad no recomiendo este sitio a nadie , os llevaréis un fracaso en las papilas gustativas , aunque deberíais de ir , para que os dierais cuenta , que todo lo escrito , no tiene desperdicio . Las personas que llevan la cocina , mucha motivación .

Llegamos tarde y estaba a tope, aún así nos trataron de lujo, personal super atento y amable y la comida espectacular. Sin duda para volver y para recomendar.