Meson Real Cortijo

Hemos ido un viernes Santo, la comida espectacular, de echo vamos varias veces aunque sea a picar o a tomar algo muy amenudo, esta vez fuimos para picar y comer algo de segundo y había muchísima gente en terraza y eso hizo que nos atendieron tarde 1h esperando la comida, 30 min para ser atendidos para traernos pan y la carta, solo decir que tendrían que reforzar el servicio en días festivos solo son 2 camareras para un comedor y una terraza, pero es decir que se come MUY BIEN es recomendable ir y probar sus postres caseros que están riquísimos, nosotros volvemos tantas veces sea necesario.

Un sitio de toda la vida, pero cada vez mejorado. He ido con mi famia, siete en total. Los primeros espectaculares de ricos: espárragos a la plancha, bacalao ahumado y carpacho de ventresca de atún... increíble!!!!!. De segundo un atún a la plancha...que no se puede describir...jugoso, riquísimo e inmejorable. Una dorada increíble. Unas paletillas de cabrito que no hay palabras para describir las. Chuletones de distintos tipos que no han quedado ni los huesos. El servicio increíble. Ni en muchos sitios de renombre es así. Te cambian platos y cubiertos entre platos. Son auténticos profesionales. Cinco estrellas por qué no hay más.

No está mal, se nota que es un negocio familiar y demás, aunque deberían poner más camareros porque hay muchas veces que se despistan, atienden a medias, etc. Es un poco caótico y si creo que le vendría mejor tener más gente para que los pobres camareros puedan trabajar en condiciones, pero más allá de eso son super agradables y demás. La comida no es gourmet pero se nota que es casera y hay cosas que pueden estar peor o mejor pero esto es al gusto de cada uno, a mi por ejemplo me pareció que las croquetas llevaban una cantidad excesiva de aceite y que el jamón de dentro estaba más seco de lo habitual en unas croquetas caseras (lo cual no quita que estuvieran ricas, no me malentendais). En cuanto a precios, normalillos, quizás hay alguna ración en la que podrían estirarse un poco más ya que el precio si que es alto, pero bueno. En general, no se si repetiría pero no es un mal sitio para parar y tomar alguna cosita o incluso comer.

Solemos ir cada vez que tenemos un hueco. Para mi, es la mejor terraza de la zona. Mesas muy espaciadas y se come muy bien. La atención es inmejorable. Nosotros siempre vamos con nuestro perro y le ponen agua, incluso sin pedirlo, todo un detalle, la verdad. Lo recomiendo tanto por la relación calidad- precio, algo que es muy complicado de conseguir en estos tiempos, como por el cariño que ponen a todo lo que hacen. Es un restaurante muy familiar, estás como en tu casa. A mí, me encanta. Gracias a todo el personal por esforzaros todos los días para que los clientes estemos siempre a gusto.