Un lugar bonito, decorado con buen gusto, con todas las necesidades para el bienestar de los viajeros cubiertas.
Ideal para grandes grupo de personas.
Donde cualquier persona soñaría con pasar un fin de semana con 10 amigos en un entorno perfecto.
La casa espectacular en todos los sentidos y detalles. Las habiaciones personalizadas con colchones fantásticos y una cocina de ensueño para los cocinillas.
El jardin es una maravilla con frutales y super bien cuidado. Los anfitriones pendientes.
En resumen....Inolvidable y para repetir.
Hemos estado en el fin de semana del 17 y 18 de junio 2017 y todo ha estado estupendo. La atención inmejorable, las habitaciones preciosas y la decoración con mucho gusto. Tuvimos una celebración familiar y la cena fue exquisita, además teniendo muy presentes las alergias e intolerancias que hay en la familia. Lola y Carlos hacen que te sientas como en tu propia casa. Desde luego es una experiencia para repetir y repetir una y otra vez.
Sitio muy especial donde pasar buenos ratos. Las habitaciones muy acondicionadas y correctas. En general muy acogedor y divertido. Es como estar en casa. Lola la dueña y cocinera te hace sentir en casa y ofrece grandes momentos culinarios que no tiene desperdicio.
El sitio tiene un patio que tiene que ser espectacular en verano, puesto que cuando hemos estado hacia frío y no se podía estar cómodo.
Posee dentro sitio para dejar el coche, pero en caso que no se pueda fuera hay sitio de sobra.
Muy recomendable y seguro que el que se tenga pensado ir, que no dude ni un minuto. Para las cenas hay menú degustación, preguntar por el precio y lo que te ofrecen esa noche ... es menú cerrado.
Espero que os guste.
A veces una simple nota se queda corta. Lugar precioso, de ambiente rural pero con un mimo especial y buen gusto en todos los detalles. Habitaciones con todas las comodidades propias de hoteles de categorías superiores. Experiencia completa para los sentidos: sonidos y olores de la naturaleza y comida casera difícil de igualar. Todo ello con la complicidad y el cariño de los anfitriones Carlos y Lola, que se preocupan de que estés mejor que en tu propia casa. Ideal para desconectar y dejarse mimar.
Nicolesa Ortiz DeL Rio
+5
Yo estuve este fin de semana 14-15 de enero, era el regalo de cumpleaños de mi chico. Y nos encanto, es como si estuvieras en casa, el molino precioso, nuestra habitación una pasada, la comida muy rica, con muchas cosas caseras hechas por Lola que es anfitriona, y el trato inigualable. La verdad muy recomendable, por las fechas no pudimos disfrutar del exterior de la finca, pero disfrutamos del calor de la chimenea :). Seguro volveremos. Gracias Lola y Carlos. Un beso.
Hemos pasado un fin de semana inolvidable. No puedo explicar con palabras el rincón que hemos descubierto por eso ánimo a todo el mundo a que viva está experiencia, no la olvidará. Un diez al Hotel y Matrícula de honor a sus propietarios, Lola y Carlos. No querréis marcharos. Yo volveré siempre que pueda!!!
Tuve la ocasión de pasar un fin de semana con unos amigos en esta "casa". Y resalto lo de "casa" porque es como te encuentras. Han conseguido que al entrar no parezca un hotel, y más bien parece que están en la "casa del pueblo de tus abuelos". Si a esto le sumamos los jardines y la magnífica terraza donde disfrutar de una buena charla entre amigos, no falta de nada.
Además, la cocina de Lola no dejará de recordarte a tu madre o tu abuela. Guisos de los de siempre, con buenas viandas y buen vino.
Recomendable, muy recomendable. Creo que volveré cuando sepa que la chimenea del salón estará encendida ...
Le doy 5 estrellas porque no le puedo dar más. Los dueños, Lola y Carlos, te acogen como si fueras de la familia. El trato es genial, las habitaciones muy acogedoras, cómodas y personales, con mucho gusto.
Nos ha encantado y desde luego, vamos a repetir.
Por cierto, Lola cocina muy bien.
Extraordinaria experiencia, porque la perfección no existe y además sería aburrida.
He viajado sola con mi mascota y los dos hemos estado más que encantados. Sus propietarios son encantadores y te hacen la estancia muy agradable.
Las habitaciones muy acogedoras y superlimpias con todo tipo de detalles. (he leido alguna reseña diciendo lo contrario y estoy completamente segura de que fue en la etapa anterior a Lola y Carlos, y ya siento que les salpique)
La cena y desayuno riquísimo.
Trato muy familiar y respetuoso. Tanto Bruc, mi perro como yo, estaremos encantados de volver y lo haremos.
Gracias a toda la familia que te hacen una estancia feliz.
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