Fuimos por una recomendación y salimos encantadas con todo.
El local cuenta con dos espacios acogedores, mesas altas y bajas. La decoración es muy bonita y el ambiente cálido.
La atención del personal es perfecta desde el momento en el que entras. Muy atentos y serviciales.
La carta es amplia con gran surtido de tapas frías y calientes. Tiene una selección de cocas saladas y platos de carne o pescado para completar. Nosotras pedimos platos para compartir y todos estaban deliciosos.
Plato recomendado el huevo poché con crema de calabacín y trufa.
Comida: muy buenas elaboraciones con sabor y sorprendentes. La coca con hamburguesas está increíble. La tortilla y la ensaladilla son más normalitas, pero lo demás que probamos estaba exquisito. Las cantidades son un poco justas, haciendo que tengas que pedir bastantes platos y se suba un poco el precio, pero merece mucho la pena.
Servicio: fueron agradables y eficaces, nos atendieron bien y todo en tiempo.
Precio: si acabas pidiendo bastantes platos y bebidas como nosotros se sube un poco, pero merece la pena por la calidad de los mismos.
Conclusión: muy buen sitio con un ambiente elegante y agradable, sin mucho jaleo y unos platos muy buenos. Sin duda repetiremos para seguir probando su extensa carta.
Comida muy buena, todo productos de temporada y servicio estupendo. Los camareros son súper simpáticos y amables, saben aconsejarte según tus gustos.
Sinceramente por el buen servicio y la comida pensaba que sería más caro, pero para nada, la relación calidad-precio es perfecta.
El local es muy bonito y acogedor. La cocina es abierta, con lo que puedes ver cómo preparan los platos.
100% recomendado
Sitio al que hay que ir. Todos los platos exquisitos y el trato inmejorable. Muy buen detalle al llegar el dar un sobre a cada uno para guardar la mascarilla. Fuimos mi pareja y yo, y pedimos lo que veis en las fotos, además de dos croquetas que no se ven porque nos las comimos antes de hacer la foto ^^ Eso, con dos cervezas, 53€. Precio muy razonable para la calidad y el trato. Volveremos.
Me recomendaron el sitio y nos ha encantado. La comida está exquisita, buenas recomendaciones tanto para escoger los platos como con los vinos. Postre delicioso.
Ambiente muy tranquilo . Servicio excelente, de 10!!!!!!!
Sin duda, para repetir. Ha escalado a mi top 5 de mis favoritos!
El local tiene un ambiente muy tranquilo, transmite sencillez y calidez con una cocina apartada pero abierta donde puedes ver cómo trabajan, la atención fué muy buena en todo momento, la comida genial y de calidad. Repetimos ésta vez con un código promocional de Smartbox y el menú incluido es estupendo con una cantidad suficiente como para no poder repetir postre (una pena). Fuimos a comer entre semana. Es muy recomedable. Añadir que no tiene acceso a minusválidos con unos cuantos escalónes que con el carro del pequeño no tiene mayor importancia pero una silla de ruedas quizás sería un problema.
Todo de 10! Desde el servicio (la atención y dedicación del camarero es espectacular) hasta la comida (todo delicioso!). Resaltar el canelón de remolacha con queso de cabra y la coca de mollitas de panceta, aunque ya digo que todo estaba de 10. Los postres, otra delicia. ¡Repetiremos sin ninguna duda!
Recomendable 100%. La elaboración es cuidada y exquisita. Tanto la comida como los postres están llenos de matices y la calidad se palpa, por no hablar de un servicio excepcional y una ubicación magnífica. Un 10 de sitio.
Cocina Alicantina reinventada con mucho criterio. Muy muy rico. Es nuestra primera vez, y
destacaría las croquetas de calmar, la coca de molletes con ternera Angus y el farton relleno de carrillera ibèrica.
El servicio cercano e inmejorable.
Volveremos.
Volver a Gema Penalva ha sido reencontrarse con sensaciones que tenía olvidadas desde que llegó esta maldita pandemia que, por cierto, sigue ahí aunque el personal actúe como si no pasase nada o si no hubiésemos aprendido, y mira que se ha quedado gente por el camino y familias destrozadas hoy en día.
Decía que es como si no hubiese pasado el tiempo, con Gema en plena forma al frente de la cocina ofreciendo sus clásicos insustituibles (y que espero no sustituya nunca….) pero innovando como por ejemplo en ese postre a base de té matcha. Como ella dice, lo suyo es “cocina local inventada”.
Y qué decir de Javi al frente de la sala que me sigue sorprendiendo con sus vinos como desde el primer día (aún tengo pendiente de descorchar tu obsequio Senda de Leñadores –AYLES-), pero sobre todo que nos hace sentir como en casa, como si fuésemos de la familia.
En esta ocasión nos decantamos por ensaladilla rusa, croquetas de jamón ibérico (se habían agotado las de calamar en su tinta), lágrimas de pollo almendrado, coca de mollitas con salmón y sorbete de eneldo, fajita de pescado blanco rebozado y pico de gallo, y cuajada de té matcha con chocolate blanco y wasabi. De los vinos, el blanco Pousada fue un descubrimiento bárbaro.
Prometo no tardar tanto en volver, ya que es algo imperdonable por mi parte. Y como siempre, gracias por tratar tan bien a nuestra hija Daniela y preocuparos por sus inquietudes culinarias y su campamento de este verano. Gracias de todo corazón. Hasta pronto.
FELICES HOGUERAS 2022
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