Fuimos tarde y la cocina estaba cerrada. Aun así nos sacaron un menudo Pa matarse un salmorejo exquisito y una carne de venado muy buena. También pedimos chicharrones que para mi gusto estaban algo duros. De postre nata con nueces que es muy recomendable. Ambiente de venta de carretera. Todo muy casero. No se puede pagar con tarjeta
Naturaleza, comida casera y todo el encanto de un trato cercano y amable. En pleno corazón del parque natural de los alcornocales, se sitúa este idílico templo de la comida de siempre. Las albóndigas de venao, sublimes. El refrito con el que ilustro la reseña, con el sabor de cuando la verdura sabía a verdura. Las carnes espectaculares, y si todavía te ha quedado un hueco, te puedes quedar a disfrutar durante la merienda de unos deliciosos buñuelos.
Repetiré...
Jose Maria Moreno Piñero
+5
Espectacular, el Gazpacho caliente. Un sitio con encanto y en plena naturaleza para los que huimos de la ciudad. Comida de *Campo por derecho*♥️ recomendable al 200%
Venta típica en una localización muy tranquila. Buen y amable servicio de sala. Sirven rápido. Precios económicos. Comida muy bien cocinada y con mucho sabor. Recomendable dejarse aconsejar por los camareros. Nos llevamos muy buena experiencia. Recomendable y para volver.
Comida, ambiente y servicio muy familiar, cocina tradicional con ingredientes de primera. Precio más que razonable.
Del ambiente lo mejor, el trato y que no hay wifi, lo único malo es que no se puede pagar con tarjeta.
La experiencia con niños también muy recomendable.
Nosotros es la primera vez que vamos y la verdad es que nos ha gustado. Hay que reservar. La comida es casera y está todo muy bueno. Hay que tener paciencia y no ir con bulla a la hora de ir porque se llena y como bien dice allí los camareros no vuelan jajaja .. ellos te atienden muy bien. Lo recomiendo.
Descubrí esta venta hace ya más de 20 años. No es un lugar que coja de camino. Hay que ir allí expresamente y os puedo asegurar que merece la pena. Aconsejo hacer reserva porque es habitual que esté lleno. Conserva muy bien todo lo que una venta antigua de carretera (para mi gusto) debe tener, incluido el precio y el ambiente. Para aquellos que son insaciables comiendo, no saldrán decepcionados. La comida está de rechupete. Una vez que la pruebas te aseguro que volverás para repetir.
Gran satisfacción con nuestra comida en Venta Patrite, justo después de terminar la ruta de los Molinos
En entorno es fantástico, hasta el punto de que no hay cobertura ninguna. De ahí (imagino) que no se pueda pagar con tarjeta, solo efectivo.
Los precios son muy económicos (platos 8€). En nuestro caso pedimos cada uno un salmorejo de entrante, un plato (dos carrilladas y unas albóndigas de venado), una bebida y postre, todo por unos 16€/persona
La carrillada estaba espectacular. Los postres son caseros y también estaban muy ricos, especialmente el mus de limón.
Lo único negativo fue el café, que no es de cafetera. Es café de puchero.
Fantástica venta, un personal muy agradable, la comida más que riquísima. Todo casero. Nos encantó todo lo que pedimos, no sabría decir con qué plato quedarme. El revuelto de la abuela estaba exquisito, los callos con un sabor inmejorable, la carrillada se desacia en la boca y las croquetas riquísimas... De postre pedimos la tarta de galletas de la abuela para compartir por probar algo... porque estábamos llenitos... y estaba de muerteeeee q textura de galletas... q suave ese chocolate 🤤🤤 Seguro que volveremos para probar otros platos que nos quedamos con ganas de probar... aunque a la vez con ganas de repetir los mismo porque como os he dicho nos encantó todo.😊😊
Venta con encanto , atención en el trato y comida muy aceptable para después de un sendero por el Parque Natural de los Alcornocales.
Indispensable pedir a la simpática Aba el “refrito”. Muy rico.
Volveremos
An error has occurred! Please try again in a few minutes