Angel Antonio Muñoz Andujar
+5
Estuvimos ayer por primera vez y me encantó el lugar, los precios lo normal hoy en día, las tapas muy buenas y rápida en venir. Y el servicio muy amable y atento. Repetiré pronto
Mariani Hernández Figueroa
+5
Una amiga me llevo y siendo tan céntrico en Aguadulce Nunca lo había visitado, estupenda comida y el dueño super amable,y sobre todo muyy buenos vinos
Pues yo es el único restaurante en el que he estado con mi perro y algún otro perro más y encantado. La comida está rica y aunque todas las tapas se pagan aparte, se disfruta y se está muy agusto. El dueño excepcional con los clientes
Jesús Escudero (Kalandraca)
+5
Un local con bonita decoración y acogedor. Con amplia terraza y 2 salones en su interior.
El servicio es atento y rápido.
La comida era bastante buena y nos sorprendió la cantidad de tapas individuales o las de compartir. La carne a la parrilla es excepcional.
Los postres son bastante buenos tanto en calidad, presentación y tamaño.
Muy superior con respecto a la competencia.
Precios bastante contenidos.
Muy aconsejable.
Un lugar acogedor y bien ambientado. Estuvimos muy a gusto. Tienen variedad de tapas y se cobran a parte de tu bebida. Puede resultar un pelin caro, pero creo que la calidad hay que pagarla. Y aquí se come con calidad. Volveremos a repetir.
Pd: el jefe del local un 10 en trato al cliente.
Tapas muy ricas y gran variedad. Tienen muy buen sitio en la plaza del campillo, además tienen un robot que gusta a los niños y son muy amables. El uso de la app agiliza el pedir las cosas. La bebida y la tapa van separadas pero como en muchos sitios ya, el precio está bien.
Un buen sitio para pasar un buen rato, los aperitivos están bastante ricos, calidad precio genial. El sitio por dentro es una pasada, la terraza aunque cómoda, un poco austera pero no es inconveniente. Volveremos a por aquí por su trato y buena comida.
![4]( "Recensione")
Todo prometía muy bien desde el principio, nos buscaron una mesa en la acogedora terraza sin tener reserva, de barril tenían Alhambra y Alhambra roja, todo un acierto desde mi punto de vista, y la primera tapa salió muy rápido. Nos pasaron el código QR para poder pedir desde el móvil, todo un acierto.
Pero a partir de aquí todo iba muy bien, hasta que la segunda tapa tardó 45 minutos en llegar, después de reclamarla varias veces los camareros iban como "pollos sin cabeza" poniendo tapas a los clientes que no correspondían con lo que habían pedido, y les decían, es igual, tapa de regalo. Veíamos como gente que se habían sentado posteriormente, estaban servidas con las misma tapa que habíamos pedido.
Los dos camareros pidieron disculpas, y si es verdad que empezaron a ponernos tapas "obsequio" por la tardanza.
Pero al final sales mosqueado, y es una pena porque todo lo que pedimos estaba muy bueno.
Lo que todo es de calidad y se cocina en el acto y por eso su tardanza no me vale como excusa, no hay nada más que pasarse por alguno de los locales de Lázaro, el autor de la APP con la que se pide, donde una tapa por elaborada que sea no tarda más de 10 minutos en ser servida.
No soy hostelero, así que no puedo saber si el problema es de cocina, camareros, sincronización, o yo que se, pero tenían un lío descomunal con las mesas.
Sin duda volveré, pero cuando pase un tiempo a ver si se solucionan estos problemas.
Efectivamente, he vuelto un año después, y me he encontrado una situación diferente. Las tapas siguen igual de ricas, pero esta vez la comida ha salido a tiempo y sin equivocación.
Tapas geniales, pescado fresco. Los arroces riquísimos!! Raciones muy buenas.
Y encima los trabajadores son un encanto. Aunque estén hasta arriba siempre te atienden con una sonrisa.
Solo un pero, dentro del local es un poco ruidoso. Siempre vamos a la terraza.
La Calilla Aguadulce es un restaurante de reciente apertura con mesas altas y bajas en interior así como una modesta terraza. Recomiendo acudir con reserva.
Trabajan con una moderna aplicación con la que tú pides a cocina las bebidas y los platos atendiendo al orden que tú quieras. Los camareros son atentos y amables pero, al llevar pocos días, les falta un poco de coordinación.
Disponen de un par de tapas y el resto son raciones para compartir. Todo muy rico.
Como postre, la tarta de queso está buena pero nos la sirvieron aún helada y, al estar fría, no se degusta tan bien.
El local es muy bonito pero el baño, unisex, estaba averiado así que esperamos que, poco a poco, el sitio se vaya poniendo bonito.
¡Larga vida a La Calilla!
Local alargado con 2 salas separadas decoradas en tipo rústico y buena iluminación resultando acogedir. Carta digitalizada con pedidos vía web. Variedad de tapas y raciones con precio aparte de la bebida. Servicio más o menos rápido y atento, con buena elaboración y presentación. Relación calidad/precio aceptable: 15 €/persona.
La Calilla es un bar con mucho estilo y con un formato diferente a los bares de la zona. Esta ideado para pedir platos al centro de comida y compartir. Los platos tienen muy buena calidad aunque algunos de ellos se ajustan mejor que otros en cuanto a relación cantidad-precio. Es el ejemplo de la ración de abanico ibérico la cual estaba muy bien compensada, sin embargo la de patatas con huevos y jamón se quedaron un poquico cortos. Las bravas que pedimos si que estaban muy ricas con una salsa casera original aunque para mi gusto tendría que picar un poco más. En cuanto a tapas solo hay 3 del día y van cambiandolas. Hay que mencionar que la cerveza se cobra a parte de la tapa. El servicio fue muy bueno para haber empezado hace poco la verdad que estuvo muy bien. Repetiremos prontico.
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