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+4
Restaurante muy bonito, con terraza interior y muy buen ambiente.
La carta es sencilla y reducida en platos y por eso esperábamos algo más.
Todo estaba bien pero sin destacar nada. Te quedas con esa sensación de que no hay ningún plato que te llame la atención para volver otra vez.
Pasa lo mismo con el servicio, que fue correcto, pero no destaca, no son cercanos, no se preocupan de preguntar si te ha gustado o no un plato o de si te pueden aconsejar con los platos de la carta.
En global, correcto pero sin más.
Lo decimos como crítica constructiva porque estoy seguro que tienen potencial. Damos 4 estrellas y esperamos volver otro día para poder ponerles sus merecidas 5.
Local muy bien decorado y ubicado en Puebla. Como es verano comimos en la terraza en un ambiente muy tranquilo y agradable. Al ser un grupo de 9 escogimos un menú degustacion, donde escogimos 5 platos de 9, y así fue más rápido. Nos gustó todo y el postre, una panna cotta, increíble. No le pongo 5 * porque una de las camareras fue bastante seca rozando ser borde. Esperamos que sólo fuera un mal día y cuando repitamos le podamos poner la máxima puntuación.
Cocina excepcional con los típicos productos gallegos. Una forma diferente de comer maravillosamente bien.
Nos preparo un menú degustación únicamente para nosotros puesto que todo lo que leía en la carta me apetecía. 6 platos y postre.Sitio precioso.
El chef ofrece una carta de contrastes muy rica, pescado en fideuá y otros platos de cuidada preparación, el local tiene un pequeño jardín con terraza y el salón tiene vistas en las ventanas al mar. Es un edificio muy bonito por dentro y por fuera. La atención es muy buena también. Muy recomendable.
La comida bastante rica, las cantidades no son super abundantes pero muy correctas. La terraza interior es super agradable y el servicio muy atento en todo momento. Recomendable.
Buen producto, trabajado para aportar el máximo sabor, sin florituras innecesarias. La decoración sobria y elegante, muy agradable. Aunque cené en el interior, el jardín es espectacular. El bonito estaba delicioso y el postre también. No es barato, pero es que no hacen lo mismo que cualquiera. Tampoco inaccesible (30€ una persona con plato principal, postre, vino, agua y pan). Un descubrimiento que merece mucho la pena.
Este restaurante, situado en un pintoresco pueblo gallego, es un sueño hecho realidad. Su ubicación frente a la playa y su acogedor jardín trasero proporcionan un ambiente idílico. El servicio es excepcionalmente amigable y cercano. Cada plato sorprende con un toque único, ofreciendo una experiencia culinaria inolvidable de sabores auténticos y frescos. En resumen, es un oasis gastronómico de alta calidad en Galicia que combina de forma excepcional paisaje, hospitalidad y cocina. ¡No te lo pierdas!
Hemos ido en un precioso día de invierno, casi no había gente. Algo que no se entiende bien, porque es un local estupendo en todos los sentidos: Buena localización (en frente a la playa), bien decorado, muy bien atendido y con una oferta de platos deliciosos. Éramos tres personas y todos lo que probamos estaba delicioso, bien presentado y en raciones más que suficientes. Ha sido un delicioso descubrimiento!!
Nos encantó todo. La comida es original pero sin alardes que estropeen poder saborear cada ingrediente, el personal encantador y muy atentos a todo. Y el espacio, con la terraza abierta al jardín… ¡una preciosidad! Volvemos seguro.
Comida genial elaborada con muy buen producto. Buen trato y servicio. Restaurante muy bonito y acogedor con diferentes zonas para comer y con patio trasero.
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